Ahora les duele la línea de fuera de juego, el VAR y la norma
En los últimos cinco encuentros, a los rivales del Barça les han anulado un montón de goles por fuera de juego. Dos al Alavés, dos al Sevilla (más un penalti de Cubarsí que ya había sido pitado), más uno al Bayern, más dos más al Madrid, más dos más al Espanyol. Y, de pronto, mientras aquí se loa la táctica del ‘orsay’, tan bien entrenada, tan arriesgada y tan bien ejecutada por la defensa, en no pocos círculos antibarcelonistas el discurso ya es otro bien distinto. Ahora, les duele la tecnología. Ese VAR que por medio cuerpo o por un dedo del pie hace justicia, de pronto, es el enemigo. Ya se entiende qué si Mbappé celebra por todo lo alto su primer gol en un Clásico o Jofre besa el escudo del Espanyol en terreno culé y, luego, te dicen que ese tanto era ilegal y no sube al marcador, la rabia es doble.