El Real Madrid aprende a ganar fuera de casa
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El Real Madrid ya sabe ganar fuera de casa. Después de seis derrotas a domicilio y más de un mes consumido de la temporada, se impuso al UCAM Murcia para seguir escalando en la Liga ACB. Lo logró, además, en unas circunstancias complicadas, tanto por las dos derrotas entre semana ante Olympiacos y Maccabi, como por la plaga de bajas que empieza a acumular. Ante UCAM se presentó sin Ibaka, sin Garuba, sin Andrés Feliz y, sobre todo, sin Dzanan Musa, quien ya fue baja ante el Maccabi por una lesión en el tobillo que le puede tener lejos de las canchas por un periodo de seis semanas. Con todo, salió enrabietado el Madrid. Dos canastas de Tavares y un 2+1 de Ndiaye dieron la primera ventaja a los blancos, mucho más efectivos en la pintura en el arranque, también en defensa. Un triple de Hakanson trató de detener la sangría local, pero apareció Sergio Llull para aumentar la ventaja con siete puntos consecutivos. Desaparecido Dylan Ennis, le tocó a Birgander sostener a su equipo y evitar que la diferencia del equipo visitante se fuese más allá de los diez puntos. El partido entró en una fase de errores en el tiro que afectó a los dos equipos y que se extendió hasta el final del primer acto. Hugo González, apareciendo de la nada, puso el broche con un rebote ofensivo y una buena canasta ante las torres murcianas. Chus Mateo inició el segundo cuarto juntando en la pista a tres canteranos: Hugo González, Ndiaye y Sidi Gueye. Obligado por las bajas, y visto que el nivel del UCAM no era el idóneo, se hacía necesario repartir esfuerzos. Con los chavales en pista alcanzó el Madrid su máxima diferencia (+16), lo que acabó con la paciencia de Sito Alonso. El técnico pidió un tiempo muerto providencial, porque su bronca tuvo un efecto inmediato. Dos triples consecutivos de Artur Kurucs y Ennis despertaron a los murcianos y evitaron que el partido se finiquitase antes de tiempo. Kurucs, con un nuevo triple, redujo la desventaja local a solo siete puntos y envalentonó a sus compañeros. El partido se aceleró, y de nuevo volvieron los fallos en ambas canastas. Fueron Hezonja y Tavares los que acabaron con la crisis anotadora de los blancos, mientras que Ennis, con un nuevo triple, y el otro Kurucs, (Rodion), permitieron que el Murcia acabara ganando ese segundo cuarto para dejar la diferencia al descanso en nueve puntos. Carlos Alcaraz, a punto de viajar a Turín para la Copa de Maestros, se divertía en la grada con el corazón dividido cuando Hezonja sacó el fusil de precisión para romper el duelo. El croata fue todo inspiración desde la línea de tres (5 de 6, en ese momento) para echar por tierra las esperanzas del UCAM. Hezonja, acompañado de un omnipresente Tavares, fue el responsable de que la ventaja de los blancos alcanzase por primera vez los veinte puntos. Costaba creer que el UCAM pudiese remontar esa cuesta, y así fue. Los de Sito Alonso pagaron sus pobre, pobrísimos, porcentajes de tiro y el apabullante dominio blanco en el rebote y se dejaron ir de mala manera. Con todo decidido, hubo más minutos, bien aprovechados, para Ndiaye o Gueye. Jugadores que, de perdurar las bajas, tendrán que ser importantes en los próximos partidos. También debutaron el alemán Declan Duru y el burkinés Gildas Giménez, dos nuevas joyas de apenas 17 años.