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Calella de Palafrugell: Un Paraíso Marinero en la Costa Brava

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  1. Un conjunto de calas de belleza única
  2. El místico Cap Roig
  3. Port Bo y Les Voltes
  4. Una tradición marinera viva

Calella de Palafrugell, situada en la provincia de Girona, es un encantador rincón marítimo que mantiene todo el esplendor de un antiguo poblado de pescadores. Este lugar, ubicado a solo 3,5 kilómetros de Palafrugell, surgió como una zona pesquera y ha conseguido preservar su esencia, con viviendas blancas congregadas frente al mar y la iglesia de Sant Pere en la colina, observando con paciencia el transcurso del tiempo. Hoy en día, Calella de Palafrugell se presenta como un lugar de interés para pasear por sus calles estrechas, deleitarse con sus calas y observar el mar desde sus miradores.

Un conjunto de calas de belleza única

Uno de los principales encantos de Calella de Palafrugell son sus extensas playas y calas. Este diminuto poblado está circundado por un conjunto de calas que están separadas por elevaciones de roca que se proyectan hacia el océano. Desde los miradores costeros, los turistas tienen la oportunidad de contemplar El Golfet, Els Canyers, Port Pelegrí, La Platgeta, Calau, Port Bo, Malaespina y Canadell, playas que se distinguen por su hermosura natural y sus aguas transparentes.

En la lejanía, los islotes de las Formigues brindan un panorama único y encantador, perceptible desde prácticamente cualquier lugar en la costa. Esta combinación de diminutas playas y acantilados hace de Calella un sitio ideal para aquellos que desean gozar de la naturaleza sin sacrificar el encanto de un pueblo lleno de historia.

El místico Cap Roig

El Cap Roig, situado al sur de Calella de Palafrugell, es un punto destacado que define la frontera del pueblo. El castillo de Cap Roig se ubica en la cumbre, que, pese a tener una apariencia medieval, fue edificado en el siglo XX por un matrimonio ruso que escapó de la Revolución de 1917. Este castillo y sus jardines, denominados los Jardines de Cap Roig, se han convertido en uno de los lugares más representativos de la Costa Brava y se utilizan como escenario para el reconocido festival musical de Cap Roig durante el verano, que atrae a músicos internacionales y turistas de todas partes del mundo.

Port Bo y Les Voltes

La cala de Port Bo, situada en el corazón de Calella de Palafrugell, mantiene un entorno que evoca sus raíces pesqueras. En este lugar, las barcas tradicionales todavía reposan en la arena, y cada esquina rememora el pasado marítimo de la localidad. Además de esta cala, el paseo de Les Voltes, un conjunto de arcadas que proporcionan sombra en verano y resguardo en invierno, se convierte en un punto de reunión tanto para turistas como para artistas, quienes hallan inspiración en sus escenarios.

Les Voltes se han transformado en un emblema del pueblo, y la hermosura de sus arcos se ha plasmado en las palabras de Josep Pla, el reconocido autor nacido a escasos kilómetros de aquí. “El mar visto a través de una arcada… ¿Existe algo más prodigiosamente bello?”, escribió Pla, un turista habitual de estas playas que captó como nadie la esencia de la Costa Brava.

Una tradición marinera viva

Calella de Palafrugell va más allá de ser un lugar de turismo; es un sitio donde las costumbres siguen vivas. Anualmente, el primer sábado de julio, la localidad festeja la "Cantada de Habaneras", un festejo popular que congrega a habitantes y turistas en Port Bo para oír habaneras, melodías de procedencia cubana traídas por los marineros que volvían de América. Esta celebración, con sus melodías y ron quemado, rememora los tiempos en los que los pescadores de Calella atravesaban el Atlántico y llevaban consigo melodías de territorios distantes.

Calella de Palafrugell brinda una vivencia que vincula con lo genuino y que promueve el descubrimiento de la esencia de un sitio donde la historia, el mar y la naturaleza se fusionan en armonía. Sus calles, playas y miradores, sumados al ambiente que se percibe en cada esquina, lo posicionan como uno de los pueblos más encantadores de la Costa Brava, un lugar donde cada turista puede descubrir su propia perspectiva del mar.