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Октябрь
2024

El PNV arranca a Sánchez el control del "impuestazo" a la banca y a las multinacionales y da por perdido el de las energéticas

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El PNV ha logrado arrancar al Gobierno que los impuestos a las empresas multinacionales y a la banca sean gestionados por las haciendas forales, tanto de la comunidad autónoma vasca como la de Navarra, que podrán recaudarlos y mantener la potestad normativa sobre ellos, con capacidad para cambiar su regulación y la graduación económica. De esta manera, el partido vasco da su visto bueno a que el gravamen de la banca pase a ser un impuesto permanente y que la gestión de Sociedades de las multinacionales se integre en sus haciendas propias, además de confirmar que el tributo a las energéticas ha sido descartado.

Aunque el acuerdo cerrado con el PSOE está pendiente de regulación, el PNV se asegura que las enmiendas pactadas permitirán que ambos impuestos se apliquen a través de los regímenes tributarios forales, en cumplimiento de la Ley del Concierto Económico, que fija que en el caso de que se crearan nuevas figuras tributarias «se procederá a la pertinente adaptación del Concierto a las modificaciones que hubiese experimentado el referido ordenamiento».

Por su parte, el PSOE registró también sus enmiendas al proyecto de ley del tipo mínimo para las multinacionales que, de salir adelante, lograrán que el gravamen sobre la banca se mantenga como un impuesto que seguirá gravando el margen de intereses y las comisiones, aunque se permitirá una deducción del 25% en el impuesto de Sociedades y una deducción extraordinaria en caso de que la rentabilidad de la entidad baje de umbral mínimo.

El partido nacionalista también ha confirmado que el gravamen a energéticas decaerá "por factores externos a la formación", ya que estaba dispuesto a aceptar su continuidad si se transformaba en un impuesto que fuera concertado en Euskadi y Navarra. El Gobierno planeaba convertir los dos gravámenes temporales en impuestos permanentes mediante estas enmiendas, pero el energético se ha encontrado con la oposición de Junts, que aseguró que no apoyaría su permanencia si perjudicaba una inversión de 1.100 millones de euros en Tarragona. Esto ha llevado al PSOE a desistir.

Ahora el Gobierno debe afrontar un nuevo escollo, el del resto de socios habituales, que exigen que se incorpore a la ley el impuesto energético. Sumar, el segundo partido en el Gobierno, Bildu, ERC y Podemos ya han advertido que podrían tumbar la normativa si no se incluyen ambos tributos como permanentes, tal y como se concibieron en su origen para gravar los beneficios extraordinarios que empresas energéticas y financieras han registrado desde la pandemia. La propia vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ya amenazó al PSOE con que el impuesto a energéticas "es obligatorio" para reequilibrar la balanza fiscal, mientras que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, defendía mantener el tributo a las empresas contaminantes del Ibex 35.

En cuanto al Impuesto Mínimo Global (IMG) a grandes multinacionales, el Gobierno quiere transponer las directrices del Pilar 2 marcado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el plan de acción contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios, que establece un tipo mínimo del 15% sobre las grandes corporaciones para generar un "conjunto común de reglas" para determinar la base imponible de Sociedades en la Unión Europea. El impuesto se aplicará a aquellas empresas con un importe neto de su cifra de negocios consolidado igual o superior a 750 millones de euros.

Aunque en el caso de los territorios forales ya se aplica un tipo mínimo del 15% en Sociedades, este acuerdo garantiza a estos gobiernos autonómicos que sus haciendas asuman este IMG, lo que "sienta las bases futuras del Concierto Económico, ya que este tipo de impuestos se convertirá en un eje fundamental del sistema fiscal europeo", apuntaron fuentes del PNV.