Una pataleta ridícula del Real Madrid

Nunca ha convenido tomarse demasiado en serio el Balón de Oro, un premio de prestigio, sí, pero subjetivo, de criterios cambiantes y hasta desconcertantes, secuestrado por la propaganda y la mercadotecnia pese a su aspecto plural y democrático. Así ha sido siempre, también cuando el Real Madrid llenaba sus vitrinas con bastantes ejemplares e hinchaba el pecho por ello. De hecho, así estaba ahora otra vez, presumiendo desde hace semanas de una nueva corona, adjudicada por decreto a Vinicius. Alguien corrió la voz y, medios de comunicación a la cabeza, todos se pusieron a celebrar sin esperar al recuento. Por supuesto también el club y el jugador. Pero llegado el día de la verdad ('France Football' esta vez renunció a... Ver Más