El príncipe Harry estrena casa en Portugal: ¿con qué intención?
El príncipe Harry y Meghan Markle podrían haber comprado una casa en Portugal, sin que esto no significa que tengan intención de abandonar la lujosa mansión de 14,65 millones de dólares de la que disfrutan en Montecito (California). De hecho, esta seguirá siendo su base de operaciones y la casa familiar en la que residen de forma habitual junto a sus dos hijos, Archie y Lilibet.
La nueva adquisición tiene lugar en medio de rumores, realmente siempre presentes, de divorcio o distanciamiento de la pareja, pero coincide también con esa posibilidad de reconciliación del príncipe Harry con su padre, Carlos III. Por último, quizás la teoría con mayor peso en medio de las especulaciones que han generado los últimos movimientos de los duques de Sussex, está la necesidad de una base europea. En 2023, el rey les exigió que renunciasen oficialmente a sus derechos sobre la propiedad de Frogmore Cottage, situada en los terrenos del castillo de Windsor, que hasta ese momento había sido su residencia en el Reino Unido.
Esta residencia les dejó sin asiento fijo en sus traslados a Europa desde Estados Unidos. Buscar una nueva casa en Londres, próxima a la Familia Real británica, habría sido un gesto casi desafiante teniendo en cuenta las tensiones sin resolver y demasiado brusco de cara a conseguir esa anhelada reconciliación entre padre e hijo.
Por eso, Portugal ha sido la solución acertada para acortar prudentemente distancias. Allí reside, además, la princesa Eugenia de York junto a su marido, Jack Brooksbank. Concretamente, en el exclusivo Costa Terra Golf and Ocean Club, en la localidad de Melides. Ambas parejas mantienen una relación cordial e incluso la hija del príncipe Andrés habría recibido a los duques en más de una ocasión, siempre de manera secreta.
Es en este pueblecito, Melides, en la costa del Alentejo, donde Harry y Meghan habrían fijado su segunda residencia. Se encuentra a una hora y meda de Lisboa y destaca por sus playas vírgenes con acantilados y arenas doradas donde practicar surf y dar paseos a caballo. Según el diario "Daily Mail", el atractivo no acaba ahí. La compra de la casa en Portugal podría permitir a la pareja adquirir lo que se conoce como una "visa dorada", un programa que permite a quienes realizan inversiones en las economías de los países participantes, entre ellos España y Portugal, obtener derechos legales de residencia o ciudadanía a cambio de una contribución económica que define el país anfitrión.
Esta visa dorada brinda a las personas con alto patrimonio la opción de mudarse físicamente a una jurisdicción favorable, ya sea ahora o al jubilarse, y convertirse en residentes de ese estado con plenos derechos legales, incluido el derecho a vivir, trabajar, estudiar y recibir atención médica en ese país.