Marianistas - reales colecciones de vidas pasadas
Gracias, Señor, por esta vida que, sin merecerla, me regalaste. Gracias por entregármela de manos de unos padres buenos, sencillos y ejemplares. Gracias por rodearme de siete hermanos. Gracias por tu bautismo sencillo, por darme una infancia feliz, por mi escuela a orillas del Pisuerga, por tu Semana Santa en Valladolid, por mi rincón de oración en el aquel oratorio sencillo con nombre de San Juan Bosco.