El Gobierno ya definió cómo se moverán los haberes de los jubilados en 2025

En el proyecto de presupuesto 2025 el Gobierno plasmó que sostendrá algunas líneas aplicadas en 2024. Entre ellos, se destaca el gasto previsional, para el que se congela el bono, se eliminan la moratoria y las transferencias a las cajas provinciales, así como también la fórmula para actualizar las prestaciones sociales.

Para el año próximo, el Gobierno proyectó que las prestaciones de la Seguridad Social alcanzarán los $48 billones, entre jubilaciones, pensiones y retiros. Esto representa un aumento del 39,3% contra 2024. La Seguridad Social representa el 51,7% del gasto total de la administración.

El fin del bono. 

En la presentación que realizó ante la comisión de Presupuesto y Hacienda en la cámara baja, el titular de Anses, Mariano de los Heros, sostuvo que la partida destinada a su organismo tendrá el año próximo un aumento del 1%, que el bono de $70.000, que se mantiene fijo desde marzo, no se actualizará y que tampoco habrá una prórroga de la moratoria.

Con el congelamiento del bono y la continuidad de la fórmula previsional que ajusta por inflación de dos meses atrás, es esperable que los ingresos de los adultos mayores no tengan una recuperación significativa. 

Cabe recordar que la fórmula por inflación entró en vigencia en abril y se le sumó una recomposición del 12,5%, luego de tocar registros de inflación récord de 25,5% en diciembre y 20% en enero.

En lo que va del año, las jubilaciones soportaron el 25% del ajuste del gasto y acumulan una caída real del 24%, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Según las estimaciones del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), de ajustar por inflación, el bono en enero debería duplicar su valor actual y para diciembre de 2025 estiman que "le estarán negando a los jubilados de la mínima $97.446 adicionales".

Se termina la moratoria.

Otro factor que incide en la pérdida de ingresos es la no renovación de la moratoria, que tiene fecha de finalización para marzo de 2025. Para cubrir ese bache quedará la Pensión Universal para Adulto Mayor (PUAM) que cubre el 80% de la jubilación mínima. 

Desde CEPA estimaron que a junio de este año, solo el 9,5% de las mujeres y el 20% de los hombres que están cerca de la edad jubilatoria tienen 25 años o más de aportes. Esto se traduce en que 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones pasarán a percibir ingresos inferiores a una jubilación mínima.

Más inseguridad alimentaria entre los mayores

El deterioro de los ingresos (actual y proyectado) se da en un escenario en el que 1 de cada 4 personas mayores están en situación de pobreza multidimensional. Además, en los últimos 10 años, la inseguridad alimentaria aumentó 4,9 puntos porcentuales en esta población, según el Observatorio Social de la Deuda de la UCA. 

Esto quiere decir que aumentó el porcentaje de adultos mayores que redujeron voluntariamente su alimentación o tuvieron hambre por motivos económicos.

Además, cuatro de cada diez hogares con personas mayores declararon tener ingresos insuficientes. Según el Indec (y uno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno) es que este segmento etario es en el que la pobreza tiene menor incidencia: mientras que la pobreza general en el primer semestre de 2024 fue del 52,9%, en los mayores de 65 fue del 29,7%.

Un último factor que puede afectar los ingresos son las transferencias a las cajas previsionales, que no serán realizadas sin una auditoría aprobada previa, que debe realizar la misma Anses. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, a julio la deuda acumulada con las cajas provinciales ascendía a $700 mil millones.