Campillo cae ante Guerrier en el noveno hoyo de desempate del Andalucía Masters

No pudo ser. Después de una semana desplegando un golf de ensueño en Sotogrande, Jorge Campillo no pudo sumar una victoria más para el golf español. En su camino se cruzaron un Julian Guerrier en estado de gracia y nueve hoyos de desempate que terminaron siendo un suplicio para él. Este elevado número iguala los más largos del Circuito Europeo en su historia: el Open de Holanda ganado por José Mari Olazábal en 1989 y el de España por Raphael Jaquelin en 2013. Ambos jugadores comenzaron empatados la jornada y en los hoyos regulares vivieron de todo. Hubo ventajas del francés y también del extremeño, que llegó a disfrutar de rentas de dos golpes en las últimas banderas y, lo que es peor, arrancó el último agujero con uno de ventaja. En ese punto sólo tenía que asegurarse el par ante un rival que venía de salvar del agua en sus golpes más recientes, pero no fue capaz. El 'bunker' que protegía el trapo se tragó su bola y Jorge no la dejó en el 'green', lo que a la postre le costó un 'bogey' que le mandó al desempate, dado que Julien no falló con el palo corto. Curiosamente el cacereño no había cometido ningún error en 65 hoyos previamente y en los últimos siete de la jornada, firmó tres. De esta manera, los dos se encaminaron a un tiempo extra en el que la consigna parecía ser no fallar. Los dos golfistas se iban marcando pero cuando uno caía en problemas, el otro no lo aprovechaba. Por si fuera poco, el 'putter' abandonó al español en esos momentos, como reconoció resignado al terminar. «No sé qué me ha pasado, pero no me ha entrado nada en el 'play-off'. Estaba claro que hoy era el día de Julien y que ha contado con la suerte de los campeones: no cabe sino felicitarle. Yo me encuentro bien y con ganas de ganar en breve». El galo, por su lado, aprovechó bien sus opciones, sobre todo la que se le abrió en el noveno hoyo de extensión, que fue un calco del 18 anteriormente mencionado. Otra vez Campi se fue a la playa (esta vez en una trampa anterior) y, de nuevo erró a la hora de sacar la bola con éxito. Firmó de nuevo el 'bogey' y Guerrier tuvo un último tiro de tres metros para ganar su torneo soñado en el que se le pasó todo un mundo por la cabeza. «Me emocioné mucho cuando me preparé para ese golpe, porque me acordé de mi familia y de todos los que me han ayudado en mi carrera», declaró emocionado. Y es que le ha costado 229 torneos elevar su primer trofeo después de una trayectoria profesional llena de altibajos. Previamente había concluido su actuación Jon Rahm , al que una vuelta de menos cinco no terminó de dejarle satisfecho porque «he estado bastante irregular y no me he encontrado muy cómodo. Me hubiera gustado haber estado un poco más arriba para haber podido optar al triunfo, pero no ha sido posible. Ha sido mi último torneo del año y en general estoy contento, con dos victorias y el ranking del LIV, el título por equipos y tres top 10 en los tres torneos en España», resumió el vasco.