El voto hispano: entre Trump y Harris
Estamos a poco más de dos semanas de las elecciones en Estados Unidos. Las encuestas muestran que todo desenlace es posible. En una contienda tan reñida, hasta las más mínimas variaciones en el voto de cualquier grupo demográfico pueden hacer la diferencia. Uno de los grupos potencialmente decisivos es el de los hispanos, que tradicionalmente ha apoyado al Partido Demócrata, pero que ahora no parece respaldar con tanta solidez a Kamala Harris.
Antes de que Harris asumiera la candidatura demócrata, Donald Trump parecía tener asegurada la victoria. Un candidato ya de por sí débil, Joe Biden se desplomó tras el desastroso debate de junio pasado. Las perspectivas cambiaron radicalmente con el relevo en la candidatura. El entusiasmo y la energía durante su convención nacional, así como la victoria de Harris en el debate contra Trump, dieron un giro a los pronósticos sobre la elección.
Después del debate, sin embargo, su candidatura perdió impulso. Las preferencias electorales en las encuestas se igualaron y, en el mercado de apuestas, los momios cambiaron a favor del expresidente. Tan es así que la candidata Harris dejó atrás su reticencia a conceder entrevistas no controladas y este miércoles incluso le concedió una a Fox News.
Si la candidata Harris asumió el riesgo de una entrevista en una cadena claramente adversa como Fox News, seguramente es porque calcula que necesita atraer simpatías entre un público que no le es naturalmente favorable. Y es que su base de votantes, aunque la apoya, no lo hace con la solidez esperada. Sigue superando a Trump entre los afroamericanos y los hispanos, pero no alcanza la ventaja que tuvo Joe Biden en esos segmentos del electorado.
En el caso de los votantes hispanos, sorprende que casi un 40 por ciento esté dispuesto a votar por el candidato republicano, a pesar de su retórica cada vez más insultante e incendiaria. Esta proporción es incluso mayor que la que obtuvo en 2020, algo que podría ser decisivo en el resultado electoral. Las encuestas recientes ofrecen algunas pistas sobre las razones que explican esta inesperada situación.
El tema que más les preocupa a los hispanos es la economía. Los reportes periodísticos revelan que, aunque a algunos hispanos que planean votar por Trump les incomoda su retórica, creen que él será mejor que Harris en temas relacionados con el bolsillo. Según la más reciente encuesta de The New York Times / Siena College, Trump supera a Harris por 61 a 35 entre los hispanos que consideran que la economía es lo más importante. Al igual que en el grueso del electorado, entre los hispanos el tema de la inflación tiene un peso destacado.
La migración es el segundo tema que más preocupa al votante hispano. Sin embargo, al igual que en otros grupos de electores, para muchos de ellos la preocupación se centra en la seguridad fronteriza. Es cierto que la mayoría apoya que los migrantes tengan un camino hacia la ciudadanía, lo cual no sorprende, pero sí resulta llamativo que el 43 por ciento esté a favor de la construcción del muro fronterizo y que el 45 por ciento apoye una deportación masiva de inmigrantes indocumentados.
El discurso de Trump sobre los migrantes y la criminalidad ha calado incluso entre algunos hispanos. Según Javier Barajas, dueño de un restaurante en Las Vegas, citado por The New York Times: “No me molesta que la gente venga a trabajar, pero ahora vienen a cometer delitos.” Significativamente, cuando se pregunta a los votantes hispanos, un tercio afirma que Trump no se refiere a ellos cuando habla de los problemas que, según él, provocan los migrantes. Para este grupo de electores, hay una clara distinción entre ser hispano y ser migrante indocumentado.
La preocupación por la seguridad fronteriza es tan grande que, en la reunión pública (town hall meeting) con hispanos organizada por Univision Noticias hace una semana, Harris puso más énfasis en criticar a Trump por haber torpedeado el proyecto bipartidista de ley fronteriza para reforzar la seguridad, el más estricto en décadas según ella, que en hablar sobre abrir un camino a la ciudadanía para los indocumentados. Lamentablemente, en este momento la agenda migratoria tradicional no tiene ni de lejos tanta tracción entre los votantes como la seguridad fronteriza, ni entre el público en general ni entre los votantes hispanos.
Al final de cuentas, estos electores son solo una parte del conjunto de la población hispana, ya que incluyen únicamente a quienes son ciudadanos estadounidenses. La mayoría de ellos nacieron en Estados Unidos y hablan inglés de manera predominante o exclusiva. Por ello, los temas que les preocupan no son tan distintos de los que afectan al resto del electorado. Se identifican más como estadounidenses que como migrantes.