El padre de la joven asesinada por un okupa en Pamplona carga contra el Gobierno: «Me dijeron que no podían deportarlo»
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El pasado 9 de octubre ocurría una trajedia en el barrio de la Rochapela, en Pamplona: una chica de 20 años era asesinada . Su nombre era Kaile Villar Pons y el suceso se desarrolló en el lobal de los bajos de un edificio en el que vivía con siete personas más. El responsable del asesinato fue Y.M, un joven de 27 años de orgen magrebí, al cual detuvieron horas después de sus actos. El local en el que vivía tanto la víctima como el asesino es propiedad del padre de Kaile. Este llevaba tiempo intentando echar al autor del crimen, ya que hacía meses que había dejado de pagar el alquiler a pesar de seguir viviendo allí, por lo que se había convertido en un 'inquiokupa'. Todo sucedió en la madrugada del 9 de octubre, cuando Kaile y el ocupante del local discutieron por la situación problemática que se estaba dando en la propiedad de su padre. Ella acudió con la intención de resolver el conflicto cuando el chico apareció muy agitado y terminó asestándole hasta 20 puñaladas sin que la joven pudiera defenderse, perdiendo la vida a consecuencia del ataque. Pasados los días, han ido saliendo a la luz más detalles sobre lo ocurrido y sobre las personas implicadas en el crimen. Concretamente, fue el novio de la fallecida quien rompió su silencio ante los medios de comunicación y dio a conocer que el asesino tenía antecedentes . El padre de Kaile y propietario del local donde ocurrió el macabro suceso, Isidro, también ha querido profundizar sobre ello. Lo ha hecho en el programa 'Código 10' donde ha contado que, antes de que asesinara a su hija, el joven ya había sido denunciado a la policía por amenazarla a ella y a otra inquilina. «Vino la policía, le cogieron declaración, ami hija y a la inquilina y se van», cuenta en el programa. Además, Isidro ha puesto sobre la mesa el hecho de que el criminal estuviera recibiendo ayudas del Estado mientras vivía en situación ilegal en nuestro país: «Me dijeron que no podían deportarlo porque su país de origen lo quería lejos», recoge le programa sobre las palabras del padre de la víctima. Sumado a ello, el hombre cuenta que el detenido por asesinato de su hija recibía una ayuda de unos 700 u 800 euros todos los meses , por lo que se podía pagar otra habitación. Sobre sus antecedentes, tenía hasta 14 penales en solo dos años.