Camila Moreno: “La música que me interesa tiene que tener algo salvaje, que no pase tanto por la razón”
Como un ejercicio de autoestima, abrazando todas las dimensiones de sí misma. Esa es la forma en la que Camila Moreno, una de las artistas fundamentales de la escena musical chilena de los dos mil, se enfrenta a los trabajos discográficos que hace más de una década la instalaron en el radar local.
“Sobre todo respecto a la obra, el trabajo artístico. Sentirme orgullosa, al final, de lo que he hecho, hoy. Poder sentir y decir ‘esto me gusta, creo que está bueno'”, confesó sobre esa relación en conversación con Semáforo, programa de Radio y Diario Universidad de Chile. “Y además que también hay un trabajo detrás. Hay investigaciones desde filosóficas hasta literarias, poéticas, visuales y de estética”.
“En cada uno ha sido así y, al mismo tiempo, me pasaba esta cosa de querer alejarme por todo lo que implicó cada LP en su momento. Pero luego, al acercarme a las canciones, pude notar que siempre estaba ese gen medio ecléctico, que no había una quietud, ni siquiera en ese primer disco”, compartió sobre “Almismotiempo“, el álbum que cimentó su carrera y que por estos días celebra sus primeros 15 años de vida.
De hecho, al mirarlo en retrospectiva pudo percibir que en dicho trabajo “hay un arrojo más que en cualquier otro, quizás. Una cosa inocente, de la inocencia en el buen sentido, de estar haciendo algo por primera vez, pero al mismo tiempo decir ‘vamos con todo esto’. Hay una fuerza, una urgencia”.
Ese es, precisamente, el ejercicio que Moreno y su banda protagonizarán en la Sala Master de Radio Universidad de Chile este jueves 17 de octubre. Todo, en un show íntimo constituido como un híbrido entre los formatos acústicos y eléctricos, y que se podrá escuchar a partir de las 20:00 horas a través del 102.5 FM.
Una retrospectiva
A la hora de observar sus proyectos, la artista define al disco “Rey” como uno de los álbumes que marcó un antes y un después en su sonoridad: “Con este disco me di cuenta que se podía hacer un álbum ‘in the box’, sin necesitar nada más que un computador y tu mente, y eso fue alucinante en varios sentidos. También en el económico porque, finalmente, todo el proceso de, por ejemplo, las baterías, son samples. Son todas cosas que forman como un collage que tú vas recapitulando o recolectando de Internet”.
“Hay una cosa que se llama ‘Splice’, que es un programa donde puedes decir ‘quiero el sonido de la lluvia de Tomboctú’, o ‘quiero el sonido de la caja de Ringo, grabado en tal año’, y te arroja el sonido real de esa caja. Es increíble. Puedes armar una batería con sonidos que ya están ahí, online. Eso me alucinó en cuanto a tener una buena relación con la máquina y con la tecnología. Hay un área de la tecnología que me parece súper detestable, más bien relacionada con las redes sociales y las comunicaciones; pero está este otro que tiene que con lo creativo”, recapituló sobre esta reconciliación.
Sin embargo, y al igual que el resto de sus proyectos, estuvo marcado por una robusta exploración previa. “Eso vino de la mano de toda esta lectura sobre los cyborgs y de Donna Haraway, de Ursula K. Le Guin e incluso de Judith Butler en cuanto al género. Empezar a mirar la realidad desde otro lugar”, explicó Moreno.
“En cada etapa siempre hay una compañía de alguna investigación. En ‘Mala madre‘ fue el ‘Malleus maleficarum’ y todo lo que tenía que ver con la Inquisición y las brujas. En ‘Rey’, por primera vez en mi trabajo hay una mirada hacia adelante. En los discos anteriores siempre miré e investigué hacia atrás. Y ahora fue como ‘vamos hacia adelante, miramos al post apocalipsis, a la ciencia ficción’. Todo eso está en el disco”, sumó.
Lo anterior, igualmente marcado por un equilibrio de una observación al mundo interior que no desatiende lo que ocurre afuera. “Así como uno hace una canción de amor, esa necesidad emocional viene también acompañada de lo que uno es y lo que uno siente. O sea, viene desde la misma pulsión, que es un lugar emocional. No creo que venga desde un deber o algo tan racional. Todas las canciones que hago, en general, vienen de un ‘necesito decir esto’, o ‘necesito expresar esto’. Y la mayoría de ellas viene con una suerte de vómito que después yo limpio y edito”, reflexionó sobre esta dualidad que le da un prisma político muy fuerte a su arte.
“La música y el arte que a mí me interesa consumir y hacer tiene que tener algo medio salvaje, que no pase tanto por la razón. Entonces, las canciones que tienen contenido más social son existenciales, al final. Creo que, si las tenemos que meter en un solo saco, todas mis letras son existenciales. Y ahí, en eso, que es político y social, también hay una cosa privada”, agregó al respecto.
“Lo privado es político y así. No puedo pensar ‘ah, ahora voy a hacer una canción política, ahora no’. No es algo que yo planee. Como tampoco he planeado hacer una balada en cada disco, pero ha sido así. Siempre viene una balada media tristona, media romántica o literalmente de desamor”, cerró.
Reencontrarse con Sala Master
Para Moreno, lo del 17 de octubre es también un reencuentro con la mística de un espacio como el de Sala Master de Radio U. de Chile. Uno que, además, resuena especialmente con el tiempo que atraviesa su carrera.
“Estamos en un momento de volver a tocar después de toda la preparación del disco, que fue el primer semestre. Estamos presentando canción nueva, ‘Fuga’, y queremos probar formatos que son posibles en un lugar como Sala Master”, explicó. “Formatos acústicos, pero que también se pueden electrificar y tener esa cosa híbrida que la sala permite. Y esa intimidad también con la gente, que es tan rica”, concluyó.