Los dilemas de sus propios votantes y los dilemas que hay de cara a lo que viene
Pasaron más de 300 días desde que Javier Milei juró en el Congreso y prometió un plan de ajuste, una renovación del lema "sangre, sudor y lágrimas" para superar la crisis que, según él, era la peor desde el retorno de la Democracia.
A 10 meses del comienzo de la gestión, al tiempo que enarbola las banderas de la baja de la inflación y del recorte del gasto público, Milei tiene por delante la batalla del Presupuesto, en la que tendrá que tejer alianzas más amplias para conseguir el número de la aprobación, mientras comienza a buscar socios políticos de cara a 2025. Esa alquimia es mirada y analizada por la City, por los mercados, y por la calle de manera divergente.
La opinión pública comenzó a mostrar mayores grados de insatisfacción, y algunos sondeos señalan que, a la hora de buscar culpables, ya no es tan claro que todo sea responsabilidad del gobierno de Alberto Fernández, como marcan desde LLA. Así lo señala el último estudio de la consultora Analogías.
Si bien Milei consiguió un apoyo transgeneracional que abarcó a todos los sectores sociales, su núcleo duro estuvo y está ubicado, esencialmente, en el segmento de varones menores de 30 años. El carácter disruptivo y el discurso anti-casta política acrecentó la fidelidad entre el líder libertario y esos votantes que, inclusive, lo militaron fervorosamente y, a 10 meses del comienzo del gobierno, lo siguen apoyando, aunque comienza a observarse un creciente grado de incertidumbre y de contrariedad.
La consultora Proyección realizó en septiembre un focus group que indagó en las percepciones de los leales al presidente. "Los jóvenes votantes de Milei enfrentan incertidumbre económica, temen perder su independencia y viven con ansiedad los efectos del ajuste. Mantienen la esperanza de un futuro mejor, aunque el sacrificio actual activa un sentimiento de falta simbólica, ya que las soluciones aún parecen lejanas y generan frustración", señala la investigación.
Además, aquellas formas de comunicación que habían captado la atención de propios y extraños, ahora comienzan a ser miradas de reojo por sus votantes: "El otro día se puso a pelear por Twitter con Christina Kirchner, esas son peleas que no tienen sentido. Tiene que concentrarse más en lo que tiene que hacer y dejar de pelearse", fue una de las frases que surgió en el Focus y que grafica una percepción compartida.
En ese mismo sentido, el Monitor del Humor Social y Político que D'Alessio Irol/Berensztein elabora mensualmente y de manera exclusiva para El Cronista reflejó que la mirada negativa sobre el presente económico alcanza al 90% de quienes votaron por Unión por la Patria (UxP) en el ballotage del año pasado. Pero también abarca a un 40% de los que optaron por Milei.
El principal logro de Milei en la microeconomía cotidiana, la reducción de la inflación, hizo que ese tema dejara de ser el más importante para las mayorías que ahora ponen el ojo sobre la recesión, las tarifas, los salarios y los empleos. Sobre esos temas, el Gobierno sostiene que la reactivación económica está en marcha y que los salarios le ganan a la inflación, aunque la percepción social, por ahora, no acompaña: el 85% de los entrevistados por D'Alessio Irol/Berensztein que manifestó su visión negativa sobre la economía señaló al aumento de las tarifas de servicios públicos como una de las razones, mientras que el 84% apuntó a una falta de recuperación en los salarios y el 83% a que los precios siguen aumentando.
Los mercados, lejos de la preocupación por las formas presidenciales, tienen otras inquietudes y preocupaciones: cepo y tipo de cambio entre las primeras; la cosecha, y los vencimientos de deuda en 2026 para las segundas. Al menos así lo destaca una de las consultoras más escuchadas por los inversores.
Sobre el cepo, lejos quedaron los días del verano en los que la Casa Rosada afirmaba que no coparticiparía el impuesto PAIS con los gobernadores porque a mitad de año se dejaría de cobrar. Ahora, los especialistas ven dos escenarios posibles: uno de corto plazo, en enero de 2025, y otro de largo aliento con fecha posterior a las elecciones de medio término. La segunda opción, tiene "el riesgo" de adelgazar las reservas enfrentando un 2026 que tiene pagos de deuda por más de 20 mil millones de dólares.
Ayer, en una entrevista publicada por Financial Times, tanto Milei como Caputo dijeron que "todavía no" era el momento de liberar el cepo.
La posibilidad de otra cosecha mala por el efecto de La Niña pondría aún más presión en la balanza de pagos y la variable política también prende alarmas en la City: "La imágen de Milei se mantiene alta, pero parece haber descendido en septiembre y más pronto que tarde, el mercado comenzará a poner la lupa en qué opositores podrían destacarse en los comicios", señala la consultora y desliza, por primera vez, el nombre de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Qué puede pasar si la expresidenta gana las elecciones internas en el Justicialismo y comienza a medir bien en las encuestas? ¿Le conviene a Milei elegirla como antagonista?
Los sondeos muestran que Fernández de Kirchner mantiene altos niveles de rechazo, pero el presidente Milei empieza a notar el desgaste de la gestión y la mayoría de las consultoras señalan que en las últimas semanas su imágen negativa superó a la positiva. Su decisión para vetar la reforma jubilatoria y la ley de Financiamiento Universitario, junto a la habilidad política para juntar voluntades y sostenerlo en el Congreso han sido gestos "celebrados" por los inversores y recelados por la opinión pública. Ayer, el diputado Alejandro Finocchiaro (PRO) dijo que su el sostenimiento del veto presidencial al financiamiento universitario era también un mensaje para los mercados. Luego del triunfo legislativo, el riesgo país cayó al nivel más bajo desde diciembre de 2023 y los bonos subieron un 3 por ciento. En la calle, la noticia no fue recibida con el mismo entusiasmo: se multiplicaron las tomas de edificios educativos y la marcha en las puertas del Congreso terminó con escenas de violencia, que podrían haber derivado en el linchamiento de un streamer libertario.
Entre esos polos parecen discurrir estos días y los próximos del gobierno libertario. El Banco Mundial le reconoce a Milei los "extremos ajustes fiscales" y el "increíble logro" de haber bajado la inflación pero reconoce la "gran preocupación por el aumento de la pobreza". En ese sentido, le aportan a la Casa Rosada una receta que va en un sentido contrario al emprendido actualmente: Bajar los impuestos a la producción mientras se elevan aquellos que se aplican a la propiedad. El organismo va más allá y señala que la región de América Latina exhibe un bajo nivel en torno a los impuestos a la riqueza y se elogia la propuesta de Brasil para aumentarlos.
En ese sentido, la Ley de Presupuesto -que comenzó a ser tratada en las comisiones de diputados el pasado martes- propone una regla fiscal que fue presentada como "neutra" por los funcionarios de Economía. Si hay déficit se ajustarán puntos dentro del 27% de partidas que no tienen cláusulas de ajuste automático, si hay superávit se destinará a una baja de impuestos pero, aunque se hizo mención a un pacto fiscal firmado entre Nación y Provincias durante la presidencia de Mauricio Macri, no se explicitó cuales serán las primeras partidas "discrecionales" en ser recortadas en caso de caída de la economía, ni cuáles serán los impuestos que bajarán si hay rebote.