Avendaño y los recuerdos de la primera Davis de Nadal: “Era un volcán, le teníamos que decir que no celebrara con tanta euforia"

En el vídeo en que anuncia su retirada, Rafa Nadal comunicó que disputará la Davis en noviembre en Málaga. Que eso era como "cerrar el círculo". En esta competición empezó a darse a conocer. Fue en 2004. Los capitanes eran Jordi Arrese, José Perlas y Juan Avendaño, que recuerda cómo fueron aquellos días:

"Es una pena que alguien como Rafa se retire. Ha sido el mejor jugador de la historia del tenis español y, para mí, el mejor deportista que ha tenido nuestro país. Pero a todos nos llega ese momento, tarde o temprano. Ya se sabía que estaba muy cerca de esa situación, sobre todo por los últimos años, con la problemática de lesiones, parando, arrancando, lo que es muy difícil de llevar.

En 2004 conocí a un chaval que tenía mucha hambre de triunfar, de ganar todo lo que jugaba. El inicio en la Copa Davis marca un poco la historia de Rafa. Su primera eliminatoria fue en la República Checa, era complicadísima, tenían un equipazo con Novak, Berdych, Stepanek, además se jugó en una pista cubierta rapidísima. Rafa todavía no tenía la entidad que luego tuvo, pero ganó el punto definitivo ante Stepanek. Tenía 17 años y muchos pensaron que era temerario elegirlo en lugar de a otros más experiencia. Pero salió bien, y a partir de ahí empezó a ganar. La gente lo entendió tiempo después, que iba a ser un grandísimo jugador.

 

Después, la final en Sevilla fue especial. Cuando le dijimos que jugaría el segundo punto de individuales, tiró para adelante. Lo vimos entrenar muy bien, el primer punto lo iba a jugar Moyá y teníamos la posibilidad de Ferrero, Robledo o él. Fue difícil, sobre todo por dejar a Juan Carlos fuera, pero él no se asustó. Se lo tuvimos que volver a decir, si tenía miedo, y nada, todo lo contrario. Demostró ganas y mucho interés, y eso fue lo que nos convenció del todo. Tenía que jugar contra Roddick, número dos del mundo. Ahí te das cuenta lo que había detrás de ese jugador, podías ver un futuro muy prometedor.

Si tiene energía ahora, imagínate en aquella época, se lo comía todo. Iba como hemos ido todos a esa edad, con tantas ganas, tanta ilusión, el vivirlo cómo lo vivía, el ímpetu... En la final tuvimos que decirle que las celebraciones de salto y demás, que se contuviera: “Saltas mucho, no celebres con tanta euforia porque tienes que dosificar fuerzas por si se te complica el partido”. Era como un volcán y estaba en erupción en ese momento.

 

Se veía el jugador que había ahí, aunque nadie hubiera imaginado que iba a conseguir todo lo que ha conseguido, porque además intervienen muchas cosas: las lesiones, los parones... Para mí es lo que tiene tanto mérito, porque lo ha logrado con problemas físicos. Sólo hay un Grand Slam sobre tierra, Roland Garros, si hubiera habido otros posiblemente hubiera incrementado la cuenta.

Fue una experiencia buenísima convivir con él. Ha sido el mejor tenista en España, y a nivel mundial cada uno tiene su opinión. Si cuentas los Grand Slams, la Copa Davis, las medallas olímpicas... Él ha estado en todo.