Otro sablazo fiscal del Gobierno
No me cansaré de repetirlo. El Gobierno ha vuelto a incumplir la Constitución, al no enviar a las Cortes el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025. Y ya es el segundo año consecutivo. No es la primera vez que Pedro Sánchez obra de esta manera y vaya usted a saber si tampoco será la última. Si el marido de Begoña incumple de forma sistemática la Constitución en lo que respecta a esta obligación y no se protesta, tampoco podemos extrañarnos de que se salte a la torera normas de inferior rango y no pase nada. Insisto: Pedro Sánchez y su Gobierno «pasan», otra vez, de la Constitución.
Vamos camino de la prórroga de las cuentas por segundo año consecutivo, pero eso no ha sido un obstáculo para que ayer mandase el siguiente aviso en sede parlamentaria: España tiene todavía 4 puntos de margen para subir la presión fiscal, lo que supone unos 60.000 millones de euros. Dicho de otra manera: que perpetrarán otro «sablazo fiscal» al común de los contribuyentes, mientras, eso sí, su hermano, el otro Sánchez, se va de rositas, con la complicidad de la Agencia Tributaria. Y, ¿por dónde llegarán esas subidas de impuestos? Pues ese ya es un asunto de segunda división; el de primera es que llegarán, tanto si hay Presupuestos Generales del Estado, como si no. Se admiten apuestas.
Mientras tanto, en la Unión Europea se dan los primeros pasos en la elaboración del Marco Presupuestario que entraría en vigor en 2028, aunque no se meterá «la directa» hasta que tome posesión la nueva Comisión Europea. No obstante, no habrá muchos cambios en lo fundamental, porque este asunto, como todos los importantes, depende de la propia presidenta Ursula von der Leyen. Por resumirlo: los de Bruselas quieren mandar más en las cuentas, como si ya no lo hicieran. También habrá que dotar de fondos a la política de defensa, que es una de las prioridades de la próxima legislatura. Para ello, será necesario procurar más ingresos a las arcas comunitarias o realizar ahorros en los gastos actuales. Las dos partidas principales son la PAC y la política de Cohesión y Estructural, de las que España se beneficia mucho. Las negociaciones serán duras como siempre, lo mismo que el sablazo fiscal para nuestros bolsillos, que está por llegar.