Que no falte la participación popular
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Para Meilim Batista Batista, delegada de la circunscripción 33, consejo popular 26 de Julio en Isla de la Juventud, la rendición de cuenta es, sin duda, el proceso más crucial en su labor como delegada. «Considero este ejercicio no solo como un deber, sino una oportunidad para demostrar hasta qué punto he podido representar a mi comunidad en el ámbito gubernamental.
«Para llevar a cabo una rendición de cuenta efectiva, es fundamental haber tenido encuentros previos con los directivos y empresarios del territorio, esa interacción me permite obtener información precisa sobre el avance de las tareas en nuestro municipio y la marcha de la solución a los planteamientos de mis electores», apunta.
Añade que «solo así puedo ofrecer respuestas claras y precisas. Siempre he creído —y lo practico— que participar e indagar directamente con las instituciones ofrece una mejor perspectiva e información para explicarles a los electores, quienes descansan en mi esa gestión.
«Para eso, hemos creado un equipo de trabajo comunitario que se reúne mensualmente, y durante todo ese tiempo se visitan a los electores que han planteado quejas o inquietudes, y si tenemos respuestas, se las hacemos llegar personalmente.
«Además, informamos sobre la tramitación de sus inconformidades y les orientamos sobre dónde dirigirse en caso de que no estén conformes. Esta práctica no solo fortalece la confianza entre nosotros, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida».
Sin embargo, destaca la delegada, el mayor desafío radica en exponer a los electores el contexto histórico que estamos atravesando en Cuba y en nuestro municipio. «En tiempos donde se requiere más que nunca la participación popular, no todos comprenden la importancia de involucrarse. Nuestra misión es comunicar esta necesidad de manera efectiva y comprensible para todos.
«Lograr que las personas se sumen a la búsqueda de soluciones no es complicado; el verdadero reto está en establecer los mecanismos adecuados para hacerlo. Esta debe ser nuestra meta como líderes comunitarios: facilitar la participación activa y empoderar a nuestros electores para que se conviertan en protagonistas de las transformaciones en el barrio para el bienestar colectivo.
«Desde mi mandato inicial en 2017 he sido testigo de la evolución de mi comunidad y de los retos que enfrentamos. En la reunión de rendición de cuenta no solo informamos, también construimos confianza y colaboración. Es un proceso continuo que requiere dedicación y esfuerzo, pero que da frutos, eso sí lo puedo asegurar».