Nobel de Química 2024 para la inteligencia artificial de Google que predice la estructura de las proteínas
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Este el año de la inteligencia artificial. Si el martes el Nobel de Física sorprendía a muchos al reconocer las redes neuronales artificiales, que han permitido la creación de ChatGPT, este miércoles el Nobel de Química se lo ha llevado otra IA, aunque esta vez sí sonaba en las quinielas. La Real Academia de Ciencias de Suecia ha reconocido a David Baker, de la Universidad de Washington, por lograr "la hazaña casi imposible" de construir tipos de proteínas completamente nuevos, y a Demis Hassabis, CEO y cofundador de Google DeepMind, y a su director, John Jumper, por el desarrollo de Alphafold, un modelo de inteligencia artificial capaz de predecir las estructuras complejas de las proteínas. "Tenemos un gran premio hoy", ha asegurado Heiner Linke, presidente del Comité Nobel de Química, tras el anuncio de los premiados. Estos investigadores no solo resolvieron un problema científico de hace 50 años sino que ambos descubrimientos "abren enormes posibilidades” en muchos campos de la ciencia. Las proteínas están formadas por 20 aminoácidos diferentes, que pueden describirse como los componentes básicos de la vida. En 2003, el estadounidense David Baker (Seattle, 1962) logró utilizar estos componentes para diseñar una proteína nueva que no se parecía a ninguna otra. Desde entonces, su grupo de investigación ha producido una proteína tras otra, incluidas algunas que pueden utilizarse como fármacos, vacunas, nanomateriales y sensores diminutos. El segundo descubrimiento logró predecir de la estructura tridimensional de las proteínas, formada por largas cadenas de aminoácidos unidos entre sí que se pliegan como un origami. En 2020, el británico Hassabis (Londres, 1976) y el estadounidense John Jumper (Little Rock, Arkansas, 1985) presentaron un modelo de inteligencia artificial llamado AlphaFold2. Con su ayuda, han podido predecir la estructura de prácticamente todas las proteínas que los investigadores han identificado, 200 millones. Desde su gran avance, AlphaFold2 ha sido utilizado por más de dos millones de personas de 190 países. Entre una gran cantidad de aplicaciones científicas, los investigadores ahora pueden comprender mejor la resistencia a los antibióticos y crear imágenes de enzimas que pueden descomponer el plástico. En conexión telefónica, Baker ha reconocido que, aunque había escuchado su nombre entre los posibles candidatos de los últimos años, el premio para él ha sido una sorpresa. "Estoy muy emocionado. Solo quiero agradecerle a mi familia y a toda la gente con la que he trabajado todos estos años y han hecho posible que lleguemos hasta aquí". Al ser preguntado acerca de las implicaciones de la inteligencia artificial en el futuro, Baker ha afirmado que "son tremendas". "Mis colegas y yo llevábamos trabajando años en el diseño de proteínas, pero no fue hasta el descubrimiento de Hassabis y Jumper con la inteligencia artificial cuando la potencia y la precisión de la herramienta se incrementó de una forma increíble. Me emociona mucho pensar en todas las posibilidades que ofrece este sistema para hacer un mundo mejor, con aplicaciones para potenciar la medicina o la tecnología", ha señalado. "La vida no podría existir sin las proteínas. El hecho de que ahora podamos predecir las estructuras proteicas y diseñar nuestras propias proteínas es un gran beneficio para la humanidad", han dicho desde la academia sueca. "Me lo esperaba", afirma a este periódico sobre el Nobel Sílvia Osuna, investigadora ICREA en el Instituto de Química Computacional y Catálisis (IQCC) de la Universidad de Girona. La científica, que diseña enzimas para acelerar reacciones químicas y crear nuevos fármacos para reducir el colesterol o la diabetes, considera que el impacto del trabajo de los premiados "es enorme". Hasta 2020 los métodos computacionales que existían para predecir la estructura de las proteínas "no eran muy precisos. Alphafold lo cambió todo. Ha impulsado el desarrollo de muchas herramientas y lo que antes se tardaba años en conseguir ahora se hace un cuestión de minutos. Esto tiene un gran impacto en muchos campos, desde la medicina a la industria", señala. El Nobel de Química está dotado con 10 millones de coronas suecas, esto es, 900.000 euros. En 2023, el reconocimiento fue para Moungi G. Bawendi, Louis E. Brus y Aleksey Yekimov, que fueron galardonados por el descubrimiento y desarrollo de los puntos cuánticos. Desde este semana y hasta el próximo lunes se están dando a conocer los Premios Nobel. Por el momento, además de este de Química, se han anunciado el de Medicina y el de Física. El de Medicina, anunciado el lunes, fue otorgado a Victor Ambros y Gary Ruvkun por un descubrimiento fundamental sobre el funcionamiento de las células: los microARN, pequeñas moléculas de ARN que juegan un papel clave en la regulación de los genes. El Nobel de Física fue a parar el martes al estadounidense John J. Hopfield (Chicago, 1933) y al británico Geoffrey E. Hinton (Londres, 1947), conocidos como los 'padrinos' de la inteligencia artificial, por su trabajo en redes neuronales artificiales, que permiten a las máquinas aprender. Estos hallazgos pusieron las bases a la creación de los grandes modelos de lenguaje actuales, como ChatGPT y otros chatbots que han cambiado el mundo. Pero Hinton dejó Silicon Valley el pasado año para advertir de los peligros de la tecnología que ayudó a crear. Este jueves será el turno del de Literatura.