Generosidad territorial
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Que los ciudadanos de la Comunitat Valenciana somos generosos y estamos pendientes de los demás es algo que hemos demostrado a lo largo de la Historia. El primer hospital del mundo para enfermos mentales fue fundado en València el siglo XIV por el padre Jofré. La misión humanitaria más importante de todos los tiempos fue la propagación de la vacuna de la viruela a América y Asia y la realizó el médico alicantino Francisco Javier de Balmis en el siglo XIX. En el día de la Comunitat Valenciana he querido recordar estos dos ejemplos que demuestran el carácter altruista de esta tierra . Nadie puede poner en duda la sensibilidad humana de los alicantinos, castellonenses y valencianos. Ni antes ni ahora. Hemos sido, somos y seremos solidarios. Vivir en la Comunitat Valenciana es una suerte y formar parte de España un orgullo. No nos gustan los lindes políticos, esos que aíslan a los territorios y producen diferencias entre los ciudadanos de un mismo país. Derechos para todos y respeto hacia todos porque todos somos iguales ante una Constitución que así lo reconoce por mucho que algunos quieran pervertirla. Ni puede ni debe un español tener más privilegios que otro. Ni puedo ni debo tolerar que los valencianos no tengan las mismas oportunidades que el resto de los españoles. Este pueblo da cuando se le requiere y por el mismo motivo pide cuando tiene necesidad. Tenemos necesidad de una financiación equitativa para nuestros servicios públicos. Demasiado tiempo arrastrando la indolencia del Gobierno central, que, en los últimos años, encima gobierna con favoritismos incitando la discordia entre las comunidades autónomas. Reivindicamos con razón. Con argumentos y datos. En el último año hemos aportado empleo y riqueza. Somos la región que ha generado más empleo con la incorporación de 97.600 personas al mercado laboral, hemos creado 7.053 nuevas empresas y suscitamos confianza en los inversores extranjeros. A cambio, nos devuelven desdén. España debe a la Comunitat Valenciana 4.500 millones de euros en políticas sociales y los valencianos recibimos 276 euros menos por habitante que la media del resto de autonomías. Eso no es justo y exigimos que la generosidad territorial sea bidireccional entre el Estado y la Comunitat Valenciana. El actual Consell saca el máximo rendimiento de los recursos financieros de los que disponemos y atendemos con diligencia todas las áreas de gestión. En el camino hemos marcado las señales por las que han de transcurrir las políticas que mejorarán la calidad de vida de los habitantes. Ya hay más deducciones fiscales y menos impuestos para las rentas bajas y medias; ya se ha dotado a los hospitales de más tecnología para prevenir, detectar y curar enfermedades y se han reducido las listas de espera sanitarias; ya existe libertad educativa para escoger la escuela de nuestros hijos y es una realidad la gratuidad de la educación de 0 a 3 años; ya se vuelven a hacer las pruebas contra la prevención del cáncer de mama a todas las mujeres y hemos vuelto a pagar la renta valenciana de inserción y a crear plazas en las residencias de mayores. La sanidad, junto con la educación, es lo que más importa a este gobierno . No olvidamos a nuestros jóvenes, con la bonificación a la adquisición de su primera vivienda para que puedan iniciar el proyecto de vida que deseen, ni a los emprendedores, a los que ayudamos con microcréditos para que despeguen sus empresas. Somos una región rica en talento y caudalosa en creatividad, con una ambición moderada que nos permite progresar en un país que nos hace más fuertes si sumamos y nos debilita si dividimos. Hay metas que solo se conseguirán si trabajamos en colaboración: la redistribución hídrica, el Corredor Mediterráneo, la financiación o la atención de la migración son algunos de los asuntos que requieren consenso. Este es un pueblo paciente, dialogante y capaz de llegar a acuerdos siempre y cuando se respete nuestro autogobierno, nuestro Estatuto de Autonomía y la Constitución Española, que son normas perfectamente compatibles y sincronizadas. En el 9 d'Octubre, los valencianos queremos trasladar al resto de españoles que queremos avanzar juntos en un país unido, que no queremos diferencias en obligaciones ni derechos y que las únicas singularidades que admitimos son las que nos otorga nuestra cultura y nuestra lengua.