El regreso alegre de la Hispanidad
Nunca en la historia una nación ha concedido tanto espacio institucional a sus enemigos internos. Por las alfombras de nuestra vida pública pululan exterroristas “de paz”, separatistas hiperventilados en subidones en Twitter, globalistas que aborrecen la soberanía nacional, activistas del aborto en tiempo de invierno demográfico y hasta diputados de Coalición Canaria, célebres por la certeza de que siempre van a venderse al mejor postor, como en los lupanares. Al final, a estos últimos se les coge cariño, ya que en una sociedad tan líquida como la nuestra cualquier certeza nos res ...