Donald Trump vuelve con Elon Musk a Butler para movilizar a sus bases
Donald Trump ha demostrado que sabe perfectamente cómo dar un golpe de efecto para activar sus bases. Por eso, este sábado, el exmandatario regresará a Butler, la pequeña ciudad en la que un joven intentó asesinarle el pasado julio. El republicano, que salió de allí tras el atentado con el puño en alto y un disparo en la oreja, asegurando que una fuerza divina había intercedido para salvarle la vida, vuelve a Pensilvania (uno de los siete estados bisagra más valiosos de estas elecciones con 19 votos electorales) custodiado por su compañero de fórmula, JD Vance, y por el hombre más rico del mundo, Elon Musk, que en los últimos meses ha abandonado al Partido Demócrata y se ha convertido en una figura clave de la campaña republicana. Estaré ahí para apoyar, dijo en su cuenta de la red social X el viernes.
Trump se había comprometido a regresar a Butler para honrar la memoria de Corey Comperatore, el bombero voluntario y padre que se encontraba entre la multitud el día del intento de asesinato y que falleció a causa de los disparos protegiendo a su familia de las balas. Pero desde su campaña, los momentos previos al arranque del evento, también hablaban de una gran oportunidad. Estará más lleno que sus típicos mítines de estos días. Mucho ha cambiado la situación desde la última que pasó por allí. Hace tres meses parecía que la victoria del republicano estaba bastante clara, con un Biden que había perdido el apoyo de sus votantes y de parte de su partido. Pero hoy las circunstancias políticas son muy distintas, y su rival demócrata, Kamala Harris, ha conseguido reactivar las bases del partido, imprimiendo más incertidumbre a los resultados electorales. Con esta visita Trump busca reafirmar un mensaje que no se cansa de repetir: nada teme, nada le frena. Al cierre de esta edición el mitin aún no había comenzado, pero el recinto llevaba horas protegido por numerosos agentes armados.
La seguridad era el principal objetivo, y eso no es fácil porque proteger a Trump siempre es un desafío, ya que el republicano es muy partidario de improvisar e interactuar con los votantes. Mientras él se daba un baño de masas en Pensilvania, Kamala Harris visitaba el devastador rastro que ha dejado el huracán Helene a su paso por Carolina del Norte. Allí evaluaba los daños y recibía información sobre los trabajos de recuperación en calidad de vicepresidenta, el viaje no estaba contemplado como una visita en clave electoral había dicho su equipo. Pero lo cierto es que el estado es uno de los siete territorios de gran peso que los candidatos deben conquistar para llegar a la Casa Blanca, por lo que, el paso por allí y la actualización sobre el apoyo que el gobierno nacional otorgará ante la declaración de estado en emergencia no es casual.
Un día antes, la demócrata anunciaba que uno de los expresidentes mejor valorados de su partido, Barack Obama, se embarcaba con ella durante los próximos 27 días a la conquista de los votos indecisos en los estados bisagra. Como Trump, con Elon Musk, Harris tira de la artillería pesada de su partido para adelantar a su rival en una recta final muy peleada. El expresidente Barack Obama cree que lo está en juego en esta elección no podría ser más trascendental y es por eso por lo que está haciendo todo lo posible para ayudar a elegir para que la vicepresidenta Harris y el gobernador Walz sean elegidos en todo el país, ha dicho Eric Schultz, un alto asesor de Obama.