Omán Visión 2040, un ambicioso y detallado plan de desarrollo económico y turístico del Sultanato de Omán
Ubicado en la Península Arábiga, el Sultanato de Omán está emergiendo como un destino turístico de gran atractivo en Oriente Medio. Aunque tradicionalmente ha sido eclipsado por sus vecinos más conocidos, como Dubái y Catar, el país ha comenzado a posicionarse estratégicamente para atraer a millones de turistas.
Lo cierto es que Omán no solo ofrece entornos naturales espectaculares y una rica herencia cultural, sino que también ha trazado un ambicioso plan de desarrollo económico y turístico bajo su programa Omán Visión 2040, un proyecto nacido en 2021 y con el cual las autoridades omaníes pretenden convertir al Sultanato en un destino de referencia, preservando al mismo tiempo sus tradiciones y patrimonio, mientras busca diversificar su economía, tradicionalmente dependiente de los ingresos petroleros. Este plan centrado en el turismo, la logística, la energía verde y la manufactura supone, tal y como se ha puesto de relieve en el Foro Empresarial España-Omán celebrado el pasado 30 de septiembre, una magnífica oportunidad para inversores.
En 2023, Omán recibió a cuatro millones de turistas, lo que supone un aumento del 38% con respecto al año anterior, reflejando el creciente interés por el país. Sin embargo, el Sultanato se ha propuesto metas mucho más ambiciosas: atraer a once millones de visitantes para el año 2040. Este aumento significativo se enmarca dentro de la estrategia de desarrollo sostenible y diversificación económica que busca hacer del turismo uno de los pilares de la economía omaní.
Una de las claves del atractivo de Omán, y por lo que está creciendo como destino turístico, radica en sus paisajes. Desde las majestuosas montañas de Jebel Akhdar hasta las vastas costas bañadas por las aguas del Golfo Pérsico, lo cierto es que estos escenarios justifican por sí solos una visita. Pero estas maravillas naturales no solo son espectaculares a nivel visual, sino que también invitan a los visitantes a explorar el entorno a través de diversas actividades. Los amantes del ecoturismo pueden disfrutar de rutas de senderismo y exploración en las montañas, mientras que aquellos que prefieren la aventura pueden optar por excursiones en el desierto, donde el encanto de las dunas y el silencio del paisaje crean una experiencia íntima.
Además, Omán ofrece un rico patrimonio cultural, con más de mil fortalezas, castillos y torres de vigilancia que narran siglos de historia. Destacan la fortaleza de Nizwa y el fuerte de Bahla, este último declarado Patrimonio de la Humanidad. Estas construcciones históricas permiten a los visitantes sumergirse en el pasado del país, complementando así la experiencia natural con una vertiente cultural.
Por otro lado, y como ejemplo de la inversión del gobierno omaní, destaca el proyecto en el entorno de la mencionada sierra Jebel Akhdar y sus alrededores, donde se van a invertir más de 2.200 millones de euros para convertirla en un refugio de lujo para turistas. Además, entre otras reformas que se han llevado a cabo, sobresale la de no necesitar visado si el viaje dura menos de 14 días, lo que hace aún más atractivo descubrir esta joya de Oriente Medio.
Con todo ello, el potencial de crecimiento en el sector turístico de Omán es muy notable. El Ministerio de Turismo ha estimado que para el año 2024 el turismo contribuirá con más de 7.600 millones de euros al PIB del país, generando más de 200.000 empleos. La meta final es que para 2040 el turismo represente el 10% de la economía del país, una cifra ambiciosa pero alcanzable para un destino tan tentador.
Recursos naturales: más allá del petróleo
Omán ha sido tradicionalmente conocido por sus vastos recursos petrolíferos, que han sido la base de su economía. No obstante, el país también posee una riqueza considerable en recursos mineros que hasta ahora han sido poco explotados. Con grandes yacimientos de minerales como el cobre, el oro y el cromo, el Sultanato está trabajando en la expansión de su sector minero, que tiene un gran potencial para complementar los ingresos del petróleo y del turismo, que como ya se ha comentado es un sector claramente en auge.
El Ministerio de Energía y Minerales de Omán ha comenzado a atraer inversiones extranjeras para desarrollar estos recursos, lo que supone una oportunidad de diversificación económica crucial en el marco del programa Visión 2040. Se espera que la minería, junto con el turismo, juegue un papel clave en la reducción de la dependencia del petróleo y en la creación de nuevas oportunidades de empleo y desarrollo. La autoridad de Omán está mostrando en diferentes países europeos todos los aspectos del dicho programa, Visión 2040, buscando sinergias con empresas e inversores, como es el caso de España, donde como ya se ha indicado tuvo lugar un foro España-Omán en la Cámara de Comercio de España.
De esta forma, impulsando un enfoque estratégico en el sector turístico y los recursos naturales, Omán se posiciona no solo como un destino atractivo para viajeros en busca de nuevas experiencias, sino también para inversores, y es que el Sultanato de Omán tiene todo el potencial para convertirse en el nuevo Dubái, sin perder su esencia y sus tradiciones. Su geografía diversa, que combina montañas, desiertos, costas y wadis, así como su rico patrimonio cultural, lo convierten en un lugar único en el Golfo Pérsico.
En definitiva el potencial de Omán como destino de moda en el Golfo Pérsico es innegable, así como su posibilidad de diversificación económica. Con una planificación cuidadosa y una apuesta firme por la sostenibilidad, todo parece indicar que el país oriental alcanzará sus metas de turismo y diversificación económica.