Milei pone en pie de guerra a los universitarios argentinos
La multitudinaria marcha en defensa de la universidad pública y a favor de mejoras en los salarios de los docentes argentinos no hizo retroceder a Javier Milei, que decidió aplicar el ajuste esta vez contra las universidades públicas. Tal como lo había anunciado, vetó la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada por el Congreso hace solo unas semanas atrás y que prevé un aumento en las partidas presupuestarias para el funcionamiento de las universidades y una actualización e incremento de los salarios de los profesores.
Se estima que más de un millón y medio de personas marcharon esta semana frente al Congreso en Buenos Aires y otras provincias del país. Se trata de la segunda marcha universitaria de protesta en lo que va de mandato de Milei. Y es que hablar de la educación pública en Argentina es un tema sensible porque afecta a más de dos millones y medio de estudiantes universitarios en todo el país y, de acuerdo a fuentes del sector, 4 de cada 5 estudiantes van a una institución pública en Argentina. En cuanto a los salarios de los docentes universitarios, son los más bajos de la región: un promedio de 1.100 dólares, de acuerdo a un informe de la página «Chequeado.com». De acuerdo a diversos analistas, de no aprobarse la ley de financiación universitaria, las universidades públicas quedarán desfinanciadas entre un 35% y 60%.
Como otras veces, Milei justificó el veto a la ley evocando una vez más el tan mentado «curro» (robo) y calificó la marcha universitaria como «una marcha golpista», debido a que, además de estudiantes, maestros, académicos y autoridades universitarias, se sumaron también gremios sindicales y líderes de la oposición con Cristina Kirchner a la cabeza y el excandidato presidencial y ex ministro de Economía Sergio Massa.
«Que no se quede con el relato de las universidades que no rinden, que tienen chicos que no cursan, que se hace política. Hay mucha violencia en el mensaje presidencial, hay apego al odio, es una política Bolsonaro. Pero está equivocado, en Argentina se defiende la institución de la universidad pública porque es la única manera de que ‘los nadie’ puedan ser algo. Lo que tendría que hacer el Gobierno es sentarse con nosotros y buscar una salida», dice a LA RAZÓN Víctor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional.
Ahora la fe de los rectores, los estudiantes, los docentes y toda la comunidad universitaria está puesta en el Parlamento y confían en que ambas cámaras rechazarán la medida presidencial. Moriñigo menciona que cada rector está llamando a cada diputado de su región para convencerlos de que no den luz verde al veto presidencial. Y hay señales positivas de varios legisladores aliados del Gobierno. «Para rechazarlo se tiene que contar con los dos tercios de diputados. Tenemos la ventaja que hay al menos una universidad por cada provincia y cada rector está realizando llamadas a los diputados. La mayoría de los políticos son egresados y docentes de la universidad pública, tenemos mucha fe y esperanza que contaremos con los dos tercios de los legisladores para rechazar el veto presidencial», cuenta Moriñigo.
Al parecer, Milei ya se ha planteado un «plan B» ante la amenaza de que no prospere su veto en el plano parlamentario, pues ha amenazado con judicializar la ley. «No queremos que nos arrebaten nuestros sueños. Nuestro futuro no les pertenece», expresó Piera Fernández, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Río Cuarto en la provincia de Córdoba y presidenta de la Federación Universitaria Argentina el jueves, víspera del veto presidencial. A lo que Milei pareció responder: «La universidad pública no está en peligro. Lo que peligra es el botín que se reparten. No permitas que te usen los políticos».
Para el próximo miércoles se ha previsto la primera sesión parlamentaria para debatir el tema. La pelota ahora está en el tejado de las dos Cámaras. Y ya se vienen dando algunas señales. «¿Quieres auditarlos?, ¿quieres investigar sus cuentas? ¿quieres destrozar los negocios que armó el kirchnerismo con las universidades. Métele para adelante. Pero sin tocar la Universidad Pública que ha sido una de las banderas más importantes que ha tenido Argentina», anima el senador Luis Juez del PRO, un aliado del Gobierno.