Uno de los volcanes más grandes de Estados Unidos registra récord sísmico y científicos refuerzan su monitoreo
El Monte Adams es el volcán activo más grande de Washington y uno de los más grandes de Estados Unidos. Tiene más de 3.660 metros de altura y 29 kilómetros de extensión. Pese a su colosal tamaño, los terremotos en esta montaña de lava suelen ocurrir a un ritmo aproximado de cada 2 a 3 años. Sin embargo, tan solo durante el mes de septiembre se registraron seis sismos.
“Esto representa la mayor cantidad de terremotos localizados en el Monte Adams en un mes desde que comenzó el monitoreo en 1982”, indica un comunicado oficial del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). La actividad ha llamado la atención del Observatorio de Volcanes de las Cascadas (CVO) y la Red Sísmica del Pacífico Noroeste (PNSN), quienes han decidido mejorar sus capacidades de monitoreo en la región debido a las limitaciones actuales en la detección de terremotos pequeños.
Un récord para el Monte Adams
El Monte Adams es conocido por su bajo nivel de actividad sísmica. Generalmente, este volcán, que forma parte de la cadena de las Cascadas, registra muy pocos movimientos sísmicos, y estos suelen ser aislados. Sin embargo, en el mes de septiembre, se registraron seis terremotos en solo unas semanas, una cifra sin precedentes en los registros de monitoreo, que datan desde 1982. Además de representar un récord, el dato ha puesto de manifiesto la necesidad de incrementar las capacidades de monitoreo.
Los terremotos detectados en septiembre en el Monte Adams tuvieron magnitudes que oscilaron entre 0,9 y 2,0. Estos son considerados sismos de baja magnitud. Con una única estación sísmica operando cerca del volcán, la capacidad para detectar y localizar estos pequeños sismos ha sido limitada, lo que añade incertidumbre sobre la profundidad y las ubicaciones exactas de los movimientos.
Asimismo, los expertos indicaron que ninguno de los terremotos fue lo suficientemente fuerte como para ser sentido por la población en las zonas cercanas. Tampoco se evidenciaron efectos en la superficie. "Las imágenes satelitales no muestran ninguna deformación detectable del suelo en el volcán. El Monte Adams no cuenta con un programa específico de muestreo de gases volcánicos", señala el aviso del USGS.
Reforzamiento de monitoreo
Ante el récord de sismos, los científicos del USGS y PNSN han comenzado a implementar estaciones sísmicas adicionales alrededor del Monte Adams. Estas estaciones, que forman parte de un despliegue temporal, permitirán una vigilancia más precisa y continua en tiempo real. La finalidad es mejorar la detección de terremotos de menor magnitud, que pueden estar ocurriendo pero no se han registrado debido a la limitada cobertura.
El objetivo principal es identificar patrones o posibles señales que puedan indicar un cambio en la actividad volcánica. Aunque el Monte Adams ha sido históricamente un volcán de erupciones efusivas, es decir, con flujos de lava lentos y controlados, los científicos no descartan que el incremento de actividad sísmica sea un indicador temprano de algo más significativo.
La historia eruptiva del volcán se remonta a más de 12.000 años, y su última erupción ocurrió entre 3.800 y 7.600 años atrás. A lo largo del tiempo, ha generado flujos de lava que han recorrido varios kilómetros desde sus respiraderos. Aunque no es conocido por erupciones explosivas, su mayor amenaza radica en los lahares, que son corrientes de lodo formadas por desprendimientos de roca y hielo, capaces de viajar grandes distancias y poner en peligro a las poblaciones cercanas.