El millonario que no dejará dinero en efectivo como herencia a sus hijos: ‘El dinero fácil destruye la ambición’
El millonario estadounidense George Appling, conocido por su enfoque financiero poco convencional, decidió no dejar una gran herencia en efectivo a sus hijos. Según una entrevista compartida por el medio estadounidense Business Insider.
Él cree que proporcionar demasiada riqueza a sus hijos puede ser perjudicial. “Si el dinero llega demasiado fácil, puede destruir la ambición”, mencionó el empresario, quien está convencido de que la riqueza generacional muchas veces puede ser destructiva.
Appling, quien trabajó como consultor de negocios antes de convertirse en ejecutivo, construyó su fortuna viviendo por debajo de sus posibilidades. Al cumplir 36 años, ya había acumulado $1 millón, lo que le permitió aventurarse en un proyecto que le apasionaba: dirigir una feria medieval.
A los 39 años, decidió junto a su esposo Brian O’Leary, tener hijos mediante un vientre de alquiler. Actualmente, sus tres hijos tienen 16 y 14 años, y aunque están conscientes de la fortuna de su padre, también saben que no recibirán grandes sumas de dinero como herencia. Sin embargo, Appling estableció ciertos apoyos financieros limitados para ellos, como el pago de su educación, un automóvil y el primer pago inicial para la compra de una casa.
Apoyo financiero, pero con límites
Appling dejó claro a sus hijos que cubrirá sus estudios universitarios con un límite de $100.000 para cada uno, además de proporcionar un automóvil y ayudarlos con el pago inicial de una casa. Pero todo esto será “razonable y práctico”, evitando extravagancias que puedan fomentar comportamientos ostentosos. Cuando su hija cumplió 16 años, fue a comprar un automóvil con un presupuesto de $25.000. Finalmente, adquirieron un Nissan Pathfinder usado de $23.000, un vehículo práctico y con algunas comodidades.
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Para garantizar que sus hijos y futuras generaciones desarrollen habilidades empresariales y responsabilidad, Appling creó un fideicomiso similar al de la familia Rockefeller. Este fondo servirá para financiar sus estudios, la compra de un auto y la primera casa, pero también ofrecerá préstamos comerciales. Para acceder a estos préstamos, los descendientes deberán presentar un plan de negocios evaluado por un tercero, y solo podrán recibir uno en su vida, salvo que lo devuelvan por completo.
Aparte de estas medidas, Appling implementó en su hogar un sistema de asignaciones semanales de $25 para sus hijos, quienes deben realizar tareas sencillas como limpiar la mesa o sacar la basura. Este dinero está destinado a cubrir sus deseos, como visitas a Starbucks, mientras que él y su esposo cubren las necesidades básicas.
Además, Appling deja que sus hijos experimenten el manejo del dinero y cometan errores. “Les advertí que gastarían todo su dinero si no eran cuidadosos”, menciona refiriéndose a cómo sus hijos gastaron lo que ahorraron en el verano. Según él, no hay mejor lección que el arrepentimiento de haber desperdiciado el dinero en cosas triviales.
Vivir con moderación como ejemplo
Para Appling, una de las mejores enseñanzas que puede ofrecer a sus hijos es el ejemplo de vivir por debajo de sus posibilidades. Actualmente, conduce una Ford F250 del 2016, un vehículo que no es ostentoso, pero sí funcional para sus necesidades. Appling cree firmemente que la tranquilidad financiera que obtuvo al ahorrar y gastar menos que sus ingresos le permitió no solo disfrutar de su vida profesional, sino también formar una familia sin preocupaciones financieras.
Con este enfoque, Appling espera que sus hijos crezcan valorando el esfuerzo, el trabajo y la planificación a largo plazo, en lugar de depender de una herencia millonaria.
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