Oriente Medio, ante el abismo de una guerra total tras la lluvia de misiles iraníes sobre Israel
Con el lanzamiento de dos centenares de misiles -en dos tandas- sobre Tel Aviv, la República Islámica de Irán decidió vengar esta noche del martes el asesinato de Hasan Nasrala en Beirut el pasado viernes y el del jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán el pasado 31 de julio.
Las autoridades israelíes todavía no han reportado víctimas mortales, aunque sí dos heridos leves como consecuencia directa del lanzamiento de los proyectiles y varios más accidentados en la huida hacia los refugios. Fuertes explosiones se registraron tanto en Tel Aviv como en Jerusalén que provocaron daños materiales aún sin evaluar por la autoridades locales. Los mandos militares israelíes advirtieron a Teherán de que la agresión sobre la ciudad más poblada de Israel será respondida. «Irán pagará un alto precio», avisaban fuentes gubernamentales israelíes citadas por el diario israelí «Haaretz».
Lo cierto es que, durante la tarde de ayer, la Inteligencia estadounidense había anticipado a Tel Aviv de la posibilidad de un «inminente» ataque iraní con misiles. Una amenaza que, poco después, las autoridades israelíes avalaban yendo más allá: la ofensiva iraní podría ser «a gran escala», como a la postre sucedió. Además, la Embajada estadounidense pidió ayer a sus nacionales en el Líbano, Israel y Cisjordania que se protejan en sus respectivos refugios.
Entretanto, las tropas israelíes destacadas en la frontera comenzaron este martes su ofensiva terrestre contra Hizbulá en el sur del Líbano. Una operación «limitada» y «localizada», por ahora, a golpear «objetivos e infraestructura terrorista», según los mandos militares israelíes, que aseguraban también haber llevado a cabo «decenas» de incursiones terrestres -sin dar más detalles de cómo y cuándo- en el sur de Líbano durante la guerra. Mientras tanto, Hizbulá siguió lanzando cohetes hacia el norte y centro de Israel -sin causar víctimas-.
Si tanto Hizbulá como los responsables del Ejército libanés negaban en la tarde de este martes la presencia de tropas israelíes en el país, la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) hacía pública la notificación por parte de las autoridades israelíes de la entrada de sus tropas en el país levantino. Mientras tanto, Israel siguió un día más golpeando objetivos de Hizbulá -y otras organizaciones- en el sur del Líbano y Beirut. Nuevamente las FDI atacaron objetivos de la milicia proiraní en zonas de la capital libanesas situadas fuera de donde había venido golpeando fundamentalmente hasta ahora, Dahiyeh, que es la denominación como se conoce la populosa zona urbana de mayoría chií donde Hizbulá tenía su cuartel general.
Concretamente, las fuerzas israelíes bombardearon en el mediodía de este martes un edificio entre los barrios de Jnah y Bir Hassan. Por su parte, Hizbulá reivindicó al menos trece ataques contra suelo israelí. La milicia proiraní aseguró haber atacado la sede del Mosad y la unidad de Inteligencia 8200 en las cercanías de Tel Aviv. Igualmente, la organización militar chií libanesa aseveró haber atacado con cohetes la base militar de Ilaniya, situada en el norte de Israel. Tel Aviv no reconoció ninguna de las dos acciones.
Atentado en Jaffa
Los misiles de Irán y los cohetes de Hizbulá no fueron los únicos ataques que sufrió este martes el Estado hebreo. Al menos seis personas murieron y otras nueve resultaron heridas en un ataque con armas de fuego y arma blanca realizado por dos supuestos terroristas en el barrio de Jaffa, cerca de la estación de tranvía, al sur de Tel Aviv, informó un portavoz de la Policía israelí.
El portavoz indicó que «los terroristas» comenzaron su ataque en el tranvía y continuaron a pie por la calle Jerusalén, hasta que fueron disparados por agentes de policía y civiles armados con pistolas. Según el portavoz, los asaltantes murieron. El comisionado de Policía R.N.C. Danny Levy se desplazó al lugar junto con el comando del distrito de Tel Aviv.
El ataque se produjo minutos antes de que saltaran las alarmas en Israel por el ataque con misiles desde Irán, que ha llevado a las autoridades israelíes a llamar a la población a refugiarse en búnkeres para protegerse de la acción militar.
Apoyo de EE UU
A pesar de que, en los últimos días, el presidente estadounidense Joe Biden ha venido defendiendo en público el alto el fuego entre las partes, la Casa Blanca expresó ayer su apoyo pleno a Israel en su ofensiva terrestre. «He hablado hoy con el ministro de Defensa Yoav Gallant para abordar los desarrollos en materia de seguridad y las operaciones israelíes. Le he dejado claro que Estados Unidos apoya el derecho de Israel a defenderse. Estamos de acuerdo en la necesidad de desmantelar la infraestructura de ataque a lo largo de la frontera para asegurarnos de que Hizbulá no tiene la capacidad de llevar a cabo ataques como el del 7 de octubre contra las comunidades del norte», aseguraba en X el secretario de Defensa Lloyd J. Austin.
Y si Washington mostró su apoyo inquebrantable a Tel Aviv, el inicio de las operaciones terrestres del Ejército israelí en el Líbano mereció el rechazo del conjunto de la comunidad internacional. Uno de los países más contundentes fue Turquía. Su Gobierno acusó a Israel de llevar a cabo “un intento ilegal de invasión” del Líbano y pidió “el fin inmediato de este ataque”.
“La violación de la soberanía y la integridad territorial del Líbano por parte de Israel al lanzar una ofensiva una ofensiva terrestre supone un ilegal intento de invasión”, aseveró el Ministerio de Exteriores turco, que subrayó que “el ataque tiene como objetivo la seguridad y la estabilidad de la región y más allá”.
“El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe hacer respetar el Derecho Internacional y tomar las medidas necesarias contra este ataque, que tiene como objetivo la ocupación del Líbano. Cada crimen cometido por Israel es también un golpe al Derecho Internacional y a la Carta de la ONU”, concluyó el comunicado de la Cancillería turca.
Mientras tanto, el diario estadounidense "The New York Times" aseguraba este martes que el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jameneí, liderará las oraciones del próximo viernes en Teherán -algo que se solo ocurre en circunstancias especiales- y que está previsto que pronuncie un sermón que “fijará el tono de la estrategia iraní hacia Israel”.
Desplazamientos internos
Entretanto, la situación social en el Líbano continúa deteriorándose con el paso de las horas. Miles de personas siguen abandonando sus casas en la zona sur del área metropolitana de Beirut para tratar de buscar techo en otras zonas de la conurbación de la capital libanesa mientras siguen también llegando decenas de miles de personas del sur y el este del país.
Además, las FDI instaron a la población de una treintena más de localidades situadas en el sur del Líbano a que abandonen sus casas ante la inminencia de nuevos ataques contra infraestructura de Hizbulá y pongan rumbo a zonas situadas más allá del río Al-Awali, que marca la divisoria entre la gobernación Sur y la de Monte Líbano.
No todas incluidas en el aviso de las autoridades israelíes, al menos cuatro localidades de mayoría cristiana -Ain Ebel, Debel, Rmaich, Qaouzah y Ebel el Saqi - comenzaron a ser desalojadas este martes. En el término municipal de la última de ellas, Ebel el Saqi, a la última de ellas se encuentra la base española Miguel de Cervantes.