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Сентябрь
2024

Una epidemia de malaria acorrala a las comunidades del desierto del norte de Mali

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Las fuertes lluvias que se han desplomado sobre el norte de Mali han traído un epílogo tras las inundaciones. Primero, inundaciones en el desierto, como ha ocurrido en algunos de los campamentos saharauis en Argelia; segundo, la malaria. Más lluvia, más agua y humedad, más mosquitos, más picaduras, más enfermos de malaria. Activistas de Azawad (región independentista al norte de Mali) como Baye Ag Mahmoud han compartido en sus redes sociales imágenes donde se pueden apreciar las difíciles condiciones en las que se encuentran los afectados por la enfermedad.

El propio Mahmoud confirma a LA RAZÓN que la situación amenaza con hacerse insostenible: “Hoy nos enfrentamos a un desafío de una urgencia sin precedentes: la epidemia de paludismo que está haciendo estragos en nuestros arbustos, causando estragos devastadores. Más de un centenar de nuestros hermanos y hermanas ya han perdido la vida, y miles más están sufriendo en silencio, golpeados por la enfermedad, sin ninguna ayuda nacional o internacional”. Denuncia el silencio que rodea a una nueva epidemia que afecta a una población mantenida en la precariedad económica, pero también acorralada por la guerra que libra actualmente el independentismo de Azawad contra las Fuerzas Armadas de Mali (FAMA).

En su testimonio, el activista político señala que “nuestras comunidades, ya debilitadas por sucesivas crisis, no pueden soportar este nuevo calvario sin una acción coordinada” y sigue con un llamamiento a los líderes de las comunidades de Azawad para gestionar la crisis y buscar soluciones factibles para las poblaciones afectadas.

EL Cuadro Estratégico Permanente (CSP), una agrupación de facciones independentistas del norte de Mali y que actualmente se encuentra enfrentado en una guerra abierta contra el gobierno de Bamako, también ha querido pronunciarse sobre la gravedad de esta noticia silenciada. En un comunicado emitido este jueves, reitera que “unas lluvias estacionales inusuales […] han registrado una rápida propagación de esta epidemia que está causando estragos sin precedentes en las poblaciones locales y desplazadas, que son extremadamente vulnerables debido a las indescriptibles condiciones sanitarias”. Informan en el mismo comunicado de la proliferación de una forma desconocida de amigdalitis y de diarrea que, consideran, “podría ser consecuencia del uso de armas letales utilizadas por la junta [militar de Mali] y sus mercenarios wagnerianos para envenenar los abrevaderos”.

El CSP acusa igualmente a la junta militar de obstruir las labores de las organizaciones de ayuda bajo el pretexto de que injieren en los asuntos internos de Mali, mientras que el propio Mahmoud indicó a este periódico que determinadas organizaciones internacionales han visto impedido el acceso a zonas de la región de Kidal. Este periodista contactó con Médicos Sin Fronteras para conocer sus declaraciones al respecto; MSF indicó que es cierto que existen dificultades para acceder a determinadas zonas de Kidal, pero especificando que esto se debería a las inundaciones provocadas por las lluvias, y no por algún tipo de restricción política ejecutada por parte del gobierno maliense. El grupo independentista también señala que las cifras rondan los cuarenta fallecidos diarios.

Cientos de afectados por una enfermedad tropical en el desierto se encuentran hoy en una situación extrema. Asediados por la guerra y la falta de accesibilidad a las zonas afectadas, piden a la comunidad internacional que les eche un vistazo, aunque sólo sea eso, antes de atender vidas aparentemente más importantes que las del norte de Mali.