Serán juzgados 8 años y medio después por la 'cocina' de cocaína que la Policía les desmanteló en Illescas

Fue uno de los talleres de droga más importantes clausurados en España hasta 2016. El 7 de abril de ese año, agentes del GEO de la Policía Nacional irrumpieron en un chalé de la localidad toledana de Illescas donde un experto 'cocinero' colombiano asesoraba para extraer la cocaína que llegaba desde Sudamérica impregnada en distintos materiales o disuelta en líquidos . Con la ayuda del Grupo Especial de Operaciones (GEO), los investigadores acababan de reventar un laboratorio clandestino, conocido en el argot como 'cocina', que estaba perfectamente preparado y dispuesto para la elaboración y la manipulación de cocaína. «Uno de los talleres de droga más importantes que han sido desmantelados en España», según dijo entonces el comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Ricardo Toro, sobre una operación en la que las comunicaciones telefónicas intervenidas a los encartados fueron también clave para su resolución. Además del avezado 'cocinero', cayeron cuatro españoles, entre ellos el cabecilla. Unos estaban en el inmueble y otros iban de camino. Dentro de la vivienda, los investigadores hallaron 5.820 litros de productos químicos contenidos en garrafas y 375 kilogramos de productos químicos, tales como manitol, potasio permanganato, cafeína, tetracaína clohidratada, calcio cloruro, tetramisol y procaína. También había dos prensas hidráulicas y otra de madera y metal, entre otros utensilios. Cinco días después, la Policía Nacional informó públicamente de la incautación de 22 kilogramos de cocaína en esta operación, aunque en el escrito de acusación del fiscal la suma de las cantidades decomisadas apenas llega al kilo: 933,7 gramos . Además, al cabecilla del grupo se le encontró en su domicilio 1.610 euros, una cantidad que procedía de la intermediación en la compraventa de cocaína, según el Ministerio Público. Cuando fue detenido, el experimentado 'cocinero' hacía dos años que había cumplido seis en la cárcel. Una pena dictada en 2008 por un delito contra la salud pública y por la pertenencia a una organización criminal, así como al pago de una multa de 20.000 euros. Tras el arresto, él y sus cuatro presuntos compinches estuvieron en prisión provisional varios meses y lograron eludirla con el pago de una fianza. El próximo miércoles, casi ocho años y medio después de su detención, los cinco están citados en la Audiencia Provincial de Toledo. Allí se enfrentará cada uno a una pena de prisión que irá de tres años y tres meses a cinco años y tres meses, además de una multa económica.