¿Con qué frecuencia deben bañarse los adultos mayores? Experta lo revela
¿Con qué frecuencia deben bañarse los adultos mayores? Esta es una pregunta que muchas familias se plantean al cuidar a personas de la tercera edad. Mantener una higiene adecuada es crucial para la salud de los adultos mayores; por ello, la dermatóloga Jenny Vargas Bravo, especialista en Medicina Estética Regenerativa y Envejecimiento, con estudios en Cuba y España, explica que la frecuencia con la que los adultos mayores deben bañarse depende de diversos factores, como el estado de su piel, su movilidad y las condiciones climáticas.
En esta entrevista exclusiva para La República, la doctora Jenny Vargas Bravo, de Dermany Skin, nos revela las recomendaciones más actualizadas sobre el cuidado dermatológico para personas de la tercera edad. A través de su experiencia, nos ofrece consejos prácticos y científicos para garantizar una higiene adecuada sin comprometer la salud de la piel en esta etapa de la vida.
¿Con qué frecuencia deben bañarse los adultos mayores?
La frecuencia ideal de baño en los adultos mayores, según la dermatóloga Jenny Vargas Bravo, es diaria. “El baño debe ser una vez al día”, señala la especialista, ya que el cuerpo elimina diariamente células muertas que, de no retirarse, pueden acumularse y favorecer la proliferación de bacterias, lo que puede derivar en infecciones, irritaciones o la aparición de hongos.
Sin embargo, esta recomendación puede variar según factores externos. “En ambientes calurosos, con alta contaminación o mucho polvo, podría ser necesario realizar más de un baño al día para evitar la acumulación de suciedad en la piel”, añade Vargas Bravo. No obstante, esto depende de lo que sugiere el dermatólogo a cargo.
¿Cuál es el tiempo adecuado para darse un baño?
El tiempo adecuado para tomar una ducha debe ser breve, idealmente entre 1 a 5 minutos, según la dermatóloga. Este período es suficiente para realizar una correcta higiene sin dañar la piel. Permanecer bajo el agua por 20 o 30 minutos, como ocurre con frecuencia, puede ser perjudicial, ya que provoca deshidratación y altera el microbioma cutáneo, lo que afecta la barrera protectora de la piel.
Además, Vargas Bravo recomienda que, tras el baño, se aplique una hidratación continua para mantener la piel saludable y evitar resequedad. Es necesario usar una crema hidratante que contenga urea, ceramidas o sustancias que ayuden a mantener la piel completamente hidratada.
¿Qué cuidados se deben considerar en el baño de una persona de la tercera edad?
A la hora de bañar a una persona de la tercera edad, es importante seguir ciertos cuidados específicos para proteger su piel y bienestar. Según la experta, se deben tener en cuenta las siguientes medidas que aseguran que el baño sea adecuado para las necesidades específicas de los adultos mayores:
- Utilizar agua atemperada, ni muy caliente ni muy fría.
- Evitar el uso de esponjas o materiales abrasivos; el baño debe hacerse directamente con la mano.
- Emplear un sustituto del jabón para una limpieza suave.
- Incluir aceites de baño para mantener la piel hidratada.
- Tras el baño, secar bien la piel y aplicar pomadas o ungüentos en las zonas más resecas.
- Se debe vestir con ropa de algodón, preferentemente de colores claros, debajo de las chompas o abrigos.
- Movilizar a la persona cada dos horas para evitar la aparición de escaras.
Otras recomendaciones para mantener un cuidado de la piel
Para mantener un cuidado adecuado de la piel, la especialista en dermatología Jenny Vargas Bravo ofrece una serie de recomendaciones clave:
- Evitar el uso de jabones convencionales. En su lugar, es mejor optar por sustitutos de jabón que mantengan el pH y el microbioma natural de la piel.
- Tras el baño, es fundamental hidratar la piel de forma continua.
- El agua utilizada debe ser tibia, evitando temperaturas extremas de frío o calor.
- La alimentación también juega un papel crucial, con énfasis en:
- Consumo de vegetales, ensaladas y jugos de fruta natural.
- Disminuir o eliminar el azúcar oxidado de la dieta.
- Beber al menos dos litros de agua al día para mantener la hidratación adecuada.
- Evitar la exposición solar directa entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
- Dormir un mínimo de 8 horas diarias para favorecer la regeneración cutánea.
- Controlar el estrés, ya que este es un factor que acelera el envejecimiento de la piel y puede desencadenar otras afecciones, como la diabetes.
- Evitar los baños en tina, ya que permanecer sumergidos en agua, por largos periodos, puede dañar la piel y deshidratarla.