Seat se afana en intentar que los aranceles a los coches eléctricos chinos bajen para que el Cupra Tavascan "siga siendo viable"
Los aranceles de la UE contra los vehículos eléctricos fabricados en China por estar subvencionados también están afectando a empresas europeas que tienen deslocalizada parte de su producción. Es el caso de Seat y el Cupra Tavascan, un eléctrico desarrollado en Barcelona pero fabricado en China. Por ello, Seat, la filial española del Grupo Volkswagen, está multiplicando sus contactos para lograr eliminar, o al menos reducir, los aranceles y así conseguir que la fabricación del Cupra Tavascan "siga siendo viable". Así lo ha explicado, en declaraciones a EFE, el vicepresidente de Producción y Logística de Seat, Markus Haupt, que hoy ha participado en el acto de arranque de la producción del Cupra Terramar, el nuevo modelo de Cupra, que fabrica en la planta de Audi en Györ (Hungría).
Haupt ha asegurado que Seat tiene "poca comprensión" respecto a los aranceles preliminares de hasta el 31% que se le aplican ahora al Tavascan, su modelo 100% eléctrico que ha empezado a comercializarse y que se fabrica en China. "Hay fabricantes no europeos que están siendo tratados de forma diferente. Van a pagar menos aranceles que nosotros", ha lamentado Haupt en alusión indirecta a Tesla, sujeto a un arancel mucho menor.
En defensa del Tavascan, el directivo remarca que "el coche se ha desarrollado y diseñado en Europa", que "hay material del coche que se exporta de Europa en China" y que el vehículo "se produce en China pero no se vende en China, sino que es 100% para exportación".
Haupt ha subrayado que el Cupra Tavascan "es parte de la estrategia de expansión" de la marca y también "tiene un protagonismo importante" para "la reducción de CO2", por lo que ha sentenciado: "Tenemos que mantener los volúmenes del Tavascan como los tenemos planificados y tenemos que luchar para que esos aranceles bajen y el proyecto siga siendo viable". En esa línea, el consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, advirtió a principios de septiembre de que la compañía "corre peligro" por el impacto de los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos, ya que, con el nivel actual, la venta de su modelo Tavascan es "a pérdidas", dijo.
Precisamente ayer, el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, defendió en una reunión con el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, la investigación que ha llevado a Bruselas a imponer aranceles a los coches eléctricos, si bien ambos acordaron "intensificar los esfuerzos" para encontrar una solución.
En este escenario tan cambiante, Seat se afana, en coordinación con el Grupo Volkswagen, en hacer "lobby" para intentar cambiar la posición inicial de la UE respecto a esos aranceles. "Imponer aranceles no es el mejor camino para asegurar la competitividad europea", ha asegurado Haupt, que apuesta por el "libre mercado" como mejor fórmula "para ser competitivo".
"En ese sentido van nuestras conversaciones tanto a nivel regional, en España, como a nivel europeo, con la Unión Europea, pero también como grupo Volkswagen, en el conjunto de países europeos. Estamos luchando para eliminar los aranceles, que sería el escenario ideal, y en caso de que no lo consigamos, por reducirlos al máximo", ha añadido el directivo.
Francia e Italia lideran los países favorables a la aplicación de los aranceles, mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se unió la semana pasada a su homólogo alemán, Olaf Scholz, cuando durante un viaje oficial a China pidió a Bruselas que reconsidere su posición. Hasta ahora, la UE ha considerado insuficientes las ofertas de los fabricantes chinos para evitar los aranceles, que están pendientes de una votación -la fecha aún no está cerrada- por parte de los países de la Unión Europea en la que se decidirá si los aranceles planteados se aplican de forma definitiva.