El vídeo de Pantomima Full sobre la vida real de un vendedor de pisos de lujo que te helará la sonrisa
"Queremos mostrar lo grosero, hortera y poco decoroso que nos parece enseñar estas casas en una red social", señala el humorista Rober Bodegas
Los 'tiktokers' inmobiliarios viralizan el alza de precios de la vivienda: “Las críticas me entran por un oído y salen por el otro”
Muchos de los tics clasistas del pijerío madrileño están contenidos en el nuevo vídeo del dúo de humoristas Pantomima Full, formado por Rober Bodegas y Alberto Casado. Sociología inmobiliaria pura, en menos de tres minutos. El vídeo sobre la vida real de un vendedor no hace precisamente gracia: más bien cabrea, y congela a medio camino la sonrisa del espectador.
“En los últimos años hemos ido alternando vídeos frívolos con cosas más profundas, crudas o existencialistas. Ahora queremos mostrar lo grosero, hortera y poco decoroso que nos parece enseñar estas casas en una red social”, señala Rober Bodegas a elDiario.es. Un vendedor de pisos (interpretado por el propio Bodegas), simula a los tiktokers inmobiliarios y repasa todos los tópicos del elitismo capitalino intentando vendernos una vivienda de lujo en el barrio de Salamanca: “Un barrio de gente de bien”.
Por supuesto, el potencial comprador al que se dirige el video no tiene dinero propio (“tus padres lo van a ver como una inversión y van a estar encantados de ayudarte”). Tampoco se mancha las manos limpiando (en la cocina hay “almacenaje para que el servicio doméstico lo pueda tener todo ordenado”). El vendedor habla al comprador con el castellano ramplón –plagado de anglicismos profesionales– tan frecuente entre las élites (en el comedor hay una “mesa para 'dar soporte' a tus cenitas”). El hipotético comprador tiene un trabajo 'de cuello blanco', y blanco es también su corazón futbolero (en el salón hay un gran sofá para “llegar de la oficina y relajarte viendo tu serie favorita o un partido del Madrid”). El vestidor ofrece espacio de sobra para la ropa esperable (“para guardar tus trajes, polos, náuticos...”). Por supuesto, el vendedor se dirige a quien decide: el hombre de una pareja heterosexual (“caben todas tus cosas y las de tu chica”). Y el piso, valorado en 2,4 millones de euros, es considerado un simple capricho, como quien se compra una camiseta (“Pídelo como regalo de cumpleaños”).
Pero esa burbuja, mental e inmobiliaria, estalla cuando el vendedor se retira el micro y le dice al cámara que tiene prisa. Ya no estamos dentro de un vídeo promocional. El formato de la imagen pasa del 16/9 al anticuado 3/4 y el vendedor baja a la calle. Suena la tristísima Salt and Skin, de Franz Gordon, cuando el vendedor desciende al metro como quien desciende a los infiernos, o a la vida real. Reaparecerá en un barrio cualquiera, un barrio normal, un barrio real. Saliendo de una tienda de alimentación con una ensalada prefabricada...
Luego lo veremos en su casa, charlando sobre “casas de mierda” con dos compañeros de piso en una cocina diminuta. El personaje de Rober Bodegas come directamente del envase de una ensalada prefabricada. No tiene tiempo. Dormirá escuchando un podcast de autoayuda, tendrá que turnarse en el minúsculo baño con sus compañeros de piso. Volverá, al día siguiente, al otro mundo.
Yendo al metro para regresar al barrio de Salamanca, el vendedor se cruza fugazmente con otro personaje trajeado que lleva un bote de gomina en la mano. Apareció en un Pantomima de hace dos años. Es un agente inmobiliario de la agencia 'Casoplón', Alejandro Gómez (interpretado por Alberto Casado): el de “Grigori y a por todas”, en referencia a la marca de fijador. Así se cruzan dos vidas reales dentro de una ficción –salvo para unos pocos– en la que existen personas que compran casas de 2,4 millones de euros, como regalo de cumpleaños.
Bodegas reflexiona también sobre el consumo que estos vídeos tienen, la frustración que generan: “Encima los ves, como para hacerte daño”. La intención, comenta el humorista, es mezclar dos esferas: “La de la gente que dice que se está comiendo el mundo y que luego te cuenta que está pagando 800 o mil euros por una habitación en el norte de Madrid”.
Dirigido por Flowtime Studio, el vídeo lanzado este viernes y que ya acumula decenas de miles de visualizaciones ha recibido el comentario de la ministra de Sanidad, Mónica García: “Detrás de la burbuja de tiktokers inmobiliarios y vendedores de alarmas, el 40% de los españoles ha sufrido ansiedad por la vivienda. El PP defiende la salud mental, sí, la de los especuladores. No vamos a parar hasta que la vivienda sea un derecho y no una mercancía”.