25 años de 5o. Elemento
Al final del siglo XX, en 1999 –año en el que gran parte de la sociedad del mundo se preocupaba por el error informático Y2K, que llevaría a las computadoras al año 1900 y no al 2000–, un grupo de cinco amigos, ajenos a esos sobresaltos tecnológicos, se juntaron para crear de manera informal un taller, llamémoslo de desarrollo musical e investigación.
Gabriel Solares, José Ángel Ramos, Juan Cristóbal Pérez Grobet, Mario García y Felipe Gordillo, en esas tardes de ensayos comenzaron a confeccionar lo que ahora conocemos como 5o. Elemento, una de las bandas, ensambles, grupos, quinteto, más longevos en la historia del jazz mexicano y este 2024, celebran 25 años de estar juntos tallereando, creando música y jazz de altísima calidad.
“Pian pianito”, decía mi abuela Paz, cuando las cosas caminaban con cierta lentitud pero a paso seguro. Así ha sido el camino de 5o. Elemento. En la casa de los papás de Felipe, en una calle de la colonia Vergel, al sur de la Ciudad de México, religiosamente cada lunes se juntaban. Ahí, además de experimentar sonidos, ritmos y estructuras, los cinco montaban temas y composiciones, principalmente de Felipe. Así fueron conformando un sólido y fino conjunto de piezas que derivaron en “Swing para una nota”, su primer disco, que tardó 5 años en grabarse y otro tanto más en ver la luz en 2009 bajo el sello de Urtext.
No pudieron tener una mejor carta de presentación, “Swing para una nota” es una clara muestra de lo que el quinteto es y ha sido a lo largo de 25 años: una mezcla de swing, hard bop, música contemporánea, improvisación, así como de la comunión entre sus integrantes y sus instrumentos. Todos estos elementos son el resultado de cinco años de trabajo y ensayos, antes de grabar su primer disco. Además, este material marcó un hecho reiterado en sus siguientes álbumes, la participación de músicos invitados.
A “Swing para una nota” siguieron “Jazz for friends”, “Cambio de estación”, “Fuegos de San Telmo” –inspirado en el fenómeno natural que se produce en la atmósfera y que en tiempos antiguos era señal de protección para los marineros–, “Moments”, con el que celebraron sus dos décadas de carrera y este año “Cinco por cinco”, disco que llega en sus 25 años de trayectoria.
Si la música de 5o. Elemento por sí sola es arte, sus discos siempre han tenido una carga artística mayor, con la incorporación de importantes figuras que han participado en el diseño, la imagen y los textos incluidos al interior del disco. La fotógrafa Lourdes Grobet, el pintor y músico Jazzamoart o la cantante y pintora, Lore Aquino o el escultor David Guzmán, han participado con su obra para las portadas de los discos, mientras que en los textos han colaborado Carmen Leñero, Alain Derbez, Antonio Malacara o Iraida Noriega.
Sin temor a equivocarme, 5o. Elemento es, quizá junto con Sacbé de los hermanos Toussaint, la agrupación de jazz más longeva que existe en la historia del jazz mexicano y sin lugar a dudas una de las mejores, con prolífica, principalmente a cargo de Felipe Gordillo, en donde existen varias composiciones, que deberían formar parte de un catálogo del jazz mexicano, un similar a los llamados standards de jazz estadounidenses. En un futuro, cuando se siga contando la historia del jazz mexicano 5o. Elemento será un punto referencial.