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Сентябрь
2024

Paso a paso: la fórmula para emprender de un polista que jugó con el príncipe Harry y el nieto de Garbarino

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Ashley Rake llegó a la Argentina por primera vez cuando tenía 9 años. Hijo de Sir Michael Rake, un reconocido ejecutivo inglés, Ash nació en Bélgica y su pasión por el polo lo trajo al país del 10 de handicap. Su primera experiencia fue un Polo Holidays por seis meses en un campo en Pergamino. Pero no fue la única, más tarde volvió y nunca más se fue.

Lo que no sabía en aquel entonces el polista inglés es que en la tierra de sus ídolos, Adolfito Cambiaso y Lolo Castagnola, se convertiría en emprendedor, un camino que no se imaginaba transitar.

A diferencia de Rake, su socio, Kevin Halbinger, a quien conoció trabajando en una start up de un amigo en común, tenía el gen emprendedor en la sangre. Nieto del fundador de Garbarino -hijo de Ruth, la única hija mujer de Nicolás Garbarino-, luego de un paso por la empresa familiar quiso hacer su propio camino.

Años después, en 2019, ambos emprendedores unieron sus particulares historias para crear Steplix, una desarrolladora de software que acaba de ganar, por licitación, un importante contrato con Aeropuerto Argentina 2000.

Todos los caminos conducen a la Argentina

Luego de su primera experiencia en el país a los 9 años, Rake tuvo la oportunidad de volver a fines de 2001, a los 16 para entrenar para "encarar la temporada inglesa". De esa visita, Rake no recuerda el caos en el que se veía sumergida la Argentina, sino que fue un año de muchas lluvias y para él un gran año. "En Inglaterra yo era bueno y acá el peor", recuerda. Sin embargo, vivió la experiencia como algo increíble. "Un patrón del otro equipo se quebró y entré en la semifinal de la Copa de Oro y metí varios goles. Fue cuando Adolfo Cambiaso y el Lolo Castagnola me vieron y dijeron ‘a este chico lo llevamos'", cuenta el hoy emprendedor en perfecto español.

El polo lo llevó a jugar en la Selección Juvenil de Inglaterra, estuvo en exhibiciones con, en ese momento, príncipe Carlos e, incluso, jugó partidos con el príncipe Harry. Sin embargo, su padre, un hombre de negocios que fue Senior Partner Global de KPMG, chairman de British Telecom por 11 años y chairman de Easy Jet, un día lo sentó para hablar de su futuro. "Te encaminás en el polo y ves a donde llegás -me dijo- o hacés la transición y empezás a trabajar". "Yo había tenido varias lesiones muy importantes y decidí buscar trabajo. Así hice una pasantía en BBDO en Inglaterra, pero mis amistades estaban en la Argentina", recuerda.

Fue así que el destino lo llevó a la start up donde conocería a Halbinger. "Era una aplicación de publicidad digital que tomaba el fondo de pantalla, que cedía el usuario, y en base a sus gustos e intereses le envía contenido. A su vez, el usuario podía canjear los ingresos por beneficios y donar a causas sociales", explica el heredero de los Garbarino.

Sin embargo, a pesar de que era una idea original, no funcionó. "A todas las personas que escucharon la idea, que fueron muchas, porque recorrí el mundo vendiéndola e incluso hice una ronda de inversión les encantaba, pero quizá tuvo mal timing", analiza Rake.

Pero de esa empresa fallida nació la idea de Steplix. "Ahí tercerizábamos servicios para el desarrollo del software y tuvimos tres proveedores con los cual nos fue muy mal, eran poco profesionales", señala el inglés.

Antes de dejar el proyecto, tuvieron la oportunidad de crear un equipo interno que, según su opinión, fue muy bueno.

"Cuando me fui no quería saber nada con emprendedor, pero después tuve una buena o mala idea y llamé a Kevin para crear juntos una desarrolladora de servicios de software", cuenta Rake. "El objetivo, era simple: hacer las cosas bien, en el tiempo pactado y a un precio razonable", agrega.

Era 2019, y a pesar de que la economía estaba muy mal los emprendedores vieron la oportunidad. "Soy de los que piensan que cuando las cosas están mal es una oportunidad. La tecnología estaba creciendo. Y, a pesar de que economía empeoró, volvió el peronismo y a eso se sumó la pandemia, logramos un contrato importante con un banco de segunda línea", relata el ex polista profesional.

El desafío era desarrollar para la entidad financiera una fintech, crearla de cero. Así nació Finket, "con equipo 100 por ciento nuestro".

Paso a paso, stept by step

Con un cliente asegurado, los emprendedores sabían que debían diferenciarse. Y se pusieron un objetivo muy claro que quedó plasmado en el nombre de la empresa. "Steplix es hacer las cosas paso a paso, nos indica cómo trabajar, cómo meter los goles. Ser respetuosos con el camino", detalla Halbinger.

A lo que Rake suma: "Para nosotros es muy importante la credibilidad. Por de donde venimos, por nuestras historias, la más importante es nuestra reputación. E, incluso, hemos trabajado gratis para clientes para los cuales, al principio, no hicimos tan bien las cosas".

Los emprendedores aseguran que la firma en la que se conocieron fue una gran escuela que les sirvió para saber muchas cosas que no hay que hacer a la hora de emprender.

Entre ellas, además de ir paso a paso, fue trabajar con equipos propios para asegurar la calidad. "Al principio nos costó mucho conseguir programadores, casi todos tenían dos o tres trabajos y te decían ‘te trabajo tres horas'", recuerdan. Fue en ese momento que decidieron crear un área de RR.HH que está dirigida por una persona a la que llaman "el diamante en bruto". "Le dimos autonomía y la capacitamos", explican.

Así la empresa, que hoy tiene 35 empleados, cuenta con un plan de carrera dentro de la compañía para que cada colaborador pueda desarrollando sus habilidades. Y, según aseguran sus fundadores, en 2023 tuvieron solo 10 por ciento de rotación no deseada en un sector que tuvo entre el 30 y el 35 por ciento. "La rotación es muy importante porque impacta directamente en la calidad del servicio. El partido está ahí", dice Rake.

Hoy, sus principales clientes vienen de las telecomunicaciones, la seguridad de hogar y el sector financiero. Sin embargo, acaban de sumar a AA 2000 con "un proyecto de alto impacto", aseguran aunque no pueden dar detalles.

"Tenemos un NPS de 90 puntos, un puntaje que no se ve en la industria y eso significa que nuestros clientes están muy conformes", agregan los emprendedores, que si bien siguen apostando al paso a paso ahora quieren tomar velocidad.

"Ya tenemos la base, la capacidad, somos atractivos. Ahora podemos ser más agresivos", señala Rake, quien explica la fórmula: "humildad y autocrítica. Si logramos ser los mejores las ventas vienen solas, no como otras empresas que prefieren vender, vender, vender y después ven como cumplen".

Para eso, cuentan con un aliado estratégico, Sir Micheal Rake. El padre de Ash ya es socio de la empresa y, además, cada vez los ayuda más para agregar valor. "Cada quarter le presentamos a mi padre los resultados financieros y eso ayuda a ordenar. No todos los emprendedores tienen esa suerte", concluye. Y asegura: "En mi familia tenés que demostrar que hiciste algo para que te ayuden. Tenes que mostrar credibilidad".

El objetivo de los emprendedores no es vender la empresa en un tiempo. Sin embargo, ya analizan buscar financiamiento externo, "en dos o tres fases", aclara Rake. "Al principio iría por algo más estratégico, seguramente private equity. Pero no vamos a regalar lo que tanto trabajamos", suma.