Triple intento de homicidio en Córdoba: «Estábamos gritando en el coche, me salí de la carretera y di un volantazo no quería matarlas»
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El acusado de intentar matar a su mujer y a sus dos hijas de 6 y 14 años provocando un grave accidente de tráfico en la N-432 en Alcaracejos en septiembre de 2019 ha negado este viernes ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba que las obligara a meterse en el coche y amenazara con matarlas , describiendo que todo se debió a un accidente fortuito porque estaban en una fuerte discusión y dio un volantazo a la izquierda para evitar salirse por el lado derecho. La mujer que ha declarado ante el tribunal con un biombo para no ver al acusado -pese a que retiró los cargos contra él- ha refrendado esa teoría de la defensa aunque la fiscal ha recordado que la víctima tras salir de la UCI por las graves heridas que le provocó el accidente y que le han dejado secuelas en una pierna había contado a la trabajadora social del centro hospitalario y luego a los agentes de la Guardia Civil que le tomaron declaración que él las quería matar y que todo fue intencionado. «Yo no me encontraba bien ese día, la culpa fue mía que fui gritando en el coche, no estaba bien, yo tenía depresión y muchos nervios; él dijo nos matamos nos matamos porque se salió de la carretera«, ha llegado a declarar ante el tribunal la víctima. El juicio ha arrancado este viernes con el planteamiento en el apartado de cuestiones previas por parte de la defensa de la nulidad de la primera declaración de la víctima al entender que no le leyeron por parte de los agentes su derecho a no declara contra su marido o a guardar silencio. La Fiscalía ha mostrado su oposición a este extremo y el presidente del tribunal ha acordado que resolvería esta cuestión dentro de la propia sentencia y que el juicio debía comenzar. La representante del Ministerio Fiscal ha defendido en ese momento la celebración de la vista recordando que la declaración de la víctima ante los agentes y la jueza instructora sí era válida y que el deber de la Guarida Civil -puesto en entredicho por la defensa- es personarse en el hospital para comprobar esos delitos de intento de homicidio referidos por la trabajadora social a la que la víctima le contó los hechos al salir de la Unidad de Cuidados Intensivos. El acusado, para el que la Fiscalía solicita una pena de 29 años de prisión por tres delitos de homicidio intentado además de otros delitos contra la seguridad vial se ha negado durante la vista a contestar a las preguntas del Ministerio Público y sólo ha respondido a preguntas de su abogado. El acusado ha declarado que días antes del accidente su mujer tuvo intento de autolisis y él la llevó al hospital, y que esa noche sobre las 3.00 horas de la madrugada llegó a su casa mientras sus hijas dormían y encontró nerviosa a la mujer que le dijo en medio de una discusión que se quería ir a casa de su madre a Hinojosa. Y él ante la insistencia de su mujer y entre gritos que despertaron a las hijas decidió llevarlas pese a que había ingerido gran cantidad de alcohol, «varias cervezas, siete u ocho cubalibres y cocaína». «Yo les dije vámonos todos a Hinojosa pero no las meto a la fuerza en el coche, los dos estábamos gritando e insultándonos«, ha declarado el acusado ante el tribunal. «Nosotros seguíamos discutiendo y gritando en el coche y no iba muy corriendo -aunque no tenía carné de conducir - y a los nueve o diez kilómetros de Pozoblanco vi que el coche se salía para la derecha y dije que nos matamos y fui para la izquierda y ahí se cayó«, ha narrado en la sala. Al salir del coche, ha contado a preguntas de su abogado, «yo tenía un hueso fuera de la cadera pero pude coger a mi hija pequeña y sacarla del coche pero no a las demás que quedaron atrapadas dentro en el asiento de atrás y tuvieron que ser excarceladas por los bomberos. «No dije que os voy a matar sino que nos matamos que nos matamos, coge las niñas», ha vuelto a repetir en la sala. Por su parte el agente de la Guardia Civil que tomó declaración a la víctima en el Hospital ha declarado por videoconferencia que la mujer tenía mucho miedo a dejar por escrito las manifestaciones que verbalmente les había hecho sobre que él provocó el accidente y que sufría maltrato desde hacía años porque en el hospital había familiares de su marido. En cuanto a cómo pudo ocurrir el accidente, el agente del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil encargado del atestado ha declarado que el vehículo se dirigía a la derecha tras una recta a una curva , la primera de ese tramo, y cuando vio que iba a salirse dio un giro a la izquierda. En esos casos, lo normal por instinto es frenar pero no había huellas en el asfalto de frenada sino de fricción de la rueda por el volantazo . El agente de tráfico ha aclarado que «el primer instinto de alguien es frenar cuando se percata de que se va a salir por la derecha y en su caso lo que hace es que un volantazo a la izquierda lo que provoca varias vueltas tonel (de campana) y queda en la posición final. A preguntas de la fiscal, el agente ha reconocido que no tenían medidos para determinar la velocidad exacta a la que circulaban pero si que era inadecuada y que no se trataba de una curva cerrada, Aunque también ha puntualizado que si se va distraído si pudo salirse.