Las nuevas piernas de Courtois: menos grasa, más masa muscular y un juego de pies 'made in' Llopis

Hubo una época, hace veinte años, en la que el Madrid era el Madrid de Casillas y Ronaldo (el gordo). Hoy el Madrid es un equipo con más jugadores de talento que entonces, al menos en cantidad, pero habitualmente solo destacaban ellos dos. Un contexto compatible con el prólogo de este Madrid 2024-25 , en el que sobresalen Courtois y Mbappé . Sobre todo, el portero, que nunca optará a ganar un pichichi, pero que colecciona paradas de valor gol como churros. Para muchos, ya le compite a Casillas ser el mejor portero de la historia del club blanco. Poca broma. «Me enorgullece ese debate, pero yo solo intento hacer mi trabajo lo mejor posible para ayudar al equipo. Recuerdo que con 8-9 años ni siquiera soñaba con jugar en el Madrid y ahora hay gente que piensa que estoy a la altura de Casillas», reconoce Courtois, que el jueves presentó en el antepalco de honor del Bernabéu su documental 'La vuelta del número uno', producido por Wakai y desde esta misma semana disponible en Amazon Prime. La idea primitiva era una docuserie en la que Thibaut charlara con otros grandes porteros sobre la particularidad de la profesión , pero por el camino se cruzó una rodilla izquierda destrozada durante un entrenamiento de agosto. Entonces, el guión cambió por completo. Ocho meses de recuperación más un bonus track de seis semanas que nadie esperaba, tras lesionarse el menisco de la otra rodilla cuando estaba a punto de reaparecer. A todo eso, Courtois respondió como solo lo hacen los grandes: «Dije que volvería igual que antes o más fuerte, y con trabajo y sacrificio se ha visto que se ha hecho realidad». Durante su larga baja, Thibaut perdió grasa y ganó unos cuantos kilos de masa muscular en sus piernas, lo que le ha ayudado a tener más potencia en su tren inferior y llegar mejor y más rápido a los disparos con mala baba que obligan a doblar sus dos metros de altura. Así sucedió en su primera gran actuación tras su regreso, contra el Alavés , a dos semanas de la final de Londres, en la que muchos pedían la titularidad de Lunin: «Ese partido me hizo sentir que había vuelto». No ha sido su único cambio. Antes de la lesión, Courtois ya había demostrado un salto de calidad en el juego de pies, una de las especialidades de Llopis, el entrenador de porteros del club blanco , persona clave, como Davide , los fisios y su preparador físico Giuseppe , para que su regreso haya sido del modo que ha sido: «Yo creo que siempre he tenido un buen golpeo de balón, pero a veces te falta confianza o un entrenador que quiera jugar desde atrás, así que no lo entrenas y no llama tanto la atención . Llopis ha trabajado mucho conmigo y me ha hecho un portero mucho más completo». Lo que no se atreve a decir Courtois es si ahora es mejor guardameta que antes de la lesión. Reconoce que su nivel es alto , tanto como el de 2022, en el que fue decisivo en las remontadas de Champions y en la final de París , pero prefiere pensar que el mejor Courtois está aún por llegar. Como quizás su mejor parada. De momento, recuerda la que le hizo a Mané, en la primera parte de la final de Champions contra el Liverpool de hace dos años: «Me coge a contrapié y en mi cabeza yo pensaba que no iba a llegar. Me dije 'no llego, no llego' y justo cuando meto la mano, luego va el balón al palo. Ahí es cuando sentí que esa noche iba a ser muy difícil que me hicieran gol. Es la parada más especial porque ganamos la Champions, pero quizás las tengo mejores de otros encuentros que hemos ganado 3-0 o 4-0, y ya me he olvidado de ellas». Este nuevo Courtois también juega con la 'ventaja' de haber dejado momentáneamente la selección belga . No quiere estar en el proyecto de Tedesco y eso le ha permitido tener un verano de seis semanas de vacaciones. Tiempo de descanso y trabajo al que añadir durante esta temporada los parones internacionales, donde seguirá cargando energías en Valdebebas. Otro factor para potenciar sus virtudes y su papel absolutamente relevante en este Madrid de exceso de delanteros y corto de centrocampistas, escenario que está obligando a sacar la mejor versión de Courtois. La vuelta del número uno.