La Laguna se reencuentra con «el corazón roto» por el volcán: «Es como si nos hubiera pasado una guerra»

Marcelino Rodríguez salvó su casa por muy poco en el barrio de La Laguna (La Palma), una zona que aún hoy tiene «el corazón roto» por el volcán, que engulló una parte de este núcleo y dejó intacta otra , en una fatídica línea entre lo que se llevó la naturaleza y lo que no. Como ha explicado en una entrevista al diario solidario El Valle de Aridane el también presidente de la Asociación de Vecinos de La Laguna, «es como si nos hubiera pasado una guerra, de la destrucción que ha dejado este volcán», confiesa, «porque esta guerra la perdimos sin víctimas , pero sí con el dolor y la incertidumbre». Ahora «toca luchar y no estar con los brazos cruzados» porque «no hay que tener miedo a defender los derechos de uno, porque después de lo que nos ha ocurrido, lo peor que puede pasar es la muerte , y esa le llega a todo el mundo». Ha pedido a través de las redes sociales a sus vecinos reencontrarse y «hacer oír» su voz porque a pesar de los años, se mantienen las preocupaciones y reivindicaciones de las familias damnificadas, atascadas en el proceso de reconstrucción . «Los que tenemos nuestra casa al otro lado de la lava, somos afortunados, pero ¿cómo sentirnos así si el vecino a seis metros la ha perdido ?». Una parte del barrio «lucha por seguir su vida, y otros por buscarse la vida», asegura el presidente. El dolor es compartido, por el que perdió y el que no, asegura, a pesar de los »«sentimientos encontrados». «Nos encontramos con un vecino y no sabemos cómo decirle lo siento, o ánimo», porque debajo de esta lava hay «historias y hay vida», y aunque ahora no lo parezca «debería decir en cada una, aquí vivió tal persona y tuvo que salir corriendo» . La Asociación de Vecinos La Laguna de Tajuya ha convocado a los afectados para para que los vecinos y vecinas « puedan reencontrarse y compartir con los demás sus vivencias, sentimientos, preocupaciones y anhelos sobre el proceso de reconstrucción, que sigue lleno de incertidumbres » y saber «cuáles son nuestras reivindicaciones y esperanzas». El presidente de la asociación lagunera ha expuesto al diario solidario , a título personal, que aún hay problemas como la toma de decisiones por parte de las administraciones públicas «con poca o ninguna participación de las personas afectadas», que se suma a la incertidumbre sobre el modelo territorial, los plazos y la financiación de la reconstrucción, y la ausencia de un calendario de abono de las ayudas con el que el Gobierno canario ha prometido indemnizar por el valor de lo perdido.