La ciencia lo confirma: estas son las dos edades en las que el cuerpo envejece drásticamente
La búsqueda por mantenerse joven y la preocupación por envejecer son fenómenos profundamente arraigados en la sociedad contemporánea. En un mundo donde la juventud es ensalzada como símbolo de vitalidad, belleza y éxito, muchas personas sienten una presión constante por preservar una apariencia juvenil.
Así, esta necesidad de evitar los signos del envejecimiento ha dado lugar a una industria masiva dedicada a productos, tratamientos y procedimientos que prometen retrasar el paso del tiempo. Por otro lado, el miedo a envejecer no solo responde a los cambios físicos, sino también a la percepción social de la vejez, que a menudo se asocia con la pérdida de relevancia, capacidad y autonomía.
En este sentido, la sociedad convierte a la juventud en algo eternamente deseado, mientras que el envejecimiento es visto con temor, lo que refuerza actitudes y comportamientos que intentan desafiar lo inevitable: el paso del tiempo. Sin embargo, la ciencia ha desvelado las dos edades a las que el cuerpo envejece drásticamente.
Un envejecimiento inevitable
Un estudio de la Universidad de Stanford, en Carolina, Estados Unidos, ha desvelado las dos edades a las que el cuerpo envejece de manera radical: a los 44 y a los 60 años. De esta manera, el estudio publicado por la revista 'Nature', apunta a que las personas de 44 años poseen unas moléculas totalmente diferentes a las de las personas más jóvenes, un indicativo de que el cuerpo cambia y envejece.
Así, este hecho puede aumentar las posibilidades de tener problemas del corazón, hace que el cuerpo tarde más en eliminar el alcohol y el café, y hace que la piel y los músculos envejezcan antes, otro signo claro de envejecimiento corporal, algo que se repetiría a partir de los 60 años, cuando el patrón molecular se repite, aunque con otras consecuencias como la posibilidad de fallo renal, de padecer diabetes tipo 2 e, incluso, inmunodeficiencia.
Cómo frenar este envejecimiento
Aunque envejecer es algo natural y, por tanto, inevitable, lo cierto es que con una rutina se puede tratar de frenar. Así, tal y como apunta el digital 'The Objective', tratar de frenar el envejecimiento biológico sería tan sencillo como llevar a cabo una alimentación saludable, practicar ejercicio, estar bien hidratado y no consumir bebidas alcoholicas ni fumar.
No obstante, el envejecimiento es crónico y no se puede evitar, tan solo tratar de paliar sus efectos e intentar retardarlo lo máximo posible. Aunque, sin duda, para algunas personas envejecer significa haber logrado llegar a una edad en la que han vivido y experimentado muchas cosas de las que querían hacer.