Hermetismo y goleadas: Corea del Norte causa sensación en el Mundial femenino sub 20

Puestas todas en fila, una al lado de la otra, es donde más destaca la uniformidad. El mismo corte de pelo, el mismo gesto de timidez. Disciplina militar para las jugadoras de Corea del Norte , exitosa representante en el Mundial femenino sub 20 de la nación más impenetrable del planeta. Invictas en el torneo, con 23 goles a favor y solo 4 encajados, velan armas para su enfrentamiento de semifinales. Por el camino han derrotado a Argentina (6-2), Costa Rica (9-0) y Países Bajos (2-0), además de superar las eliminatorias de octavos y cuartos frente a Austria (5-2) y Brasil (1-0). Pero antes de una hipotética final tienen ante sí el plato más jugoso: Estados Unidos. El gran rival geopolítico de su país asoma en el horizonte (miércoles 18, 23.30 horas) para las jóvenes jugadoras coreanas. Desde hace años las futbolistas representan una de las grandes bazas propagandísticas del régimen de Kim Jong Un. Es así desde finales del siglo XX, cuando el padre del actual dirigente, Kim Jong Il, vio en el escaso desarrollo de la disciplina una oportunidad para brillar internacionalmente. Se destinaron ingentes recursos y se creó una academia en la capital, Pyongyang, para facilitar la labor de los técnicos. Y los resultados son evidentes. Corea del Norte lleva años brillando en las categorías inferiores del fútbol femenino. Ganaron dos Mundiales sub 20 (2006 y 2016) y dos sub 17 (2008 y 2016). También suman dos subcampeonatos en esas mismas edades. Sin embargo, nunca han conseguido dar la talla en categoría absoluta, donde sus éxitos se limitan a tres Copas Asiáticas. Sin saber muy bien por qué, su dominio en edades juveniles se difumina al alcanzar la mayoría de edad. Han jugado en cuatro Mundiales (1999, 2003, 2007 y 2011), pero solo lograron pasar de la fase de grupos en el tercero de ellos, donde cayeron en los cuartos de final. En 2015 no pudieron participar después de que cinco de sus jugadoras dieran positivo por esteroides. En Colombia, la sede de este Mundial sub 20 en el que España, vigente campeona, quedó eliminada en cuartos por Japón, la presencia de las coreanas llama la atención. Están alojadas en un hotel de Medellín, en la comuna de El Poblado. Y, aunque lo intentan, las jugadoras no logran pasar inadvertidas. Según el diario 'El Colombiano' apenas hablan entre ellas en sus limitadas salidas al exterior del recinto hotelero. Y mucho menos interactúan con los locales. Son bastante más expresivas sobre el terreno de juego, donde destacan por su intensidad y el dominio del balón. Las Azaleas Orientales tienen en Un Yong Chae a su principal estrella. Es la capitana y la organizadora, y también fue la autora del gol que eliminó a las brasileñas. En el banquillo decide e impone Ri Song-Ho, que sorprende por su exigencia. Después de golear a Argentina por 6-2 declaró que el rendimiento de sus jugadoras fue «inferior al 100%» y que necesitaba «corregir sus deficiencias». Tampoco le gustó del todo la goleada por 9-0 a Costa Rica, al que puso una calificación de «85 sobre 100». Incluso después de sellar la clasificación para octavos con un pleno de victorias se mostró insatisfecho, en unas declaraciones al portal de la FIFA: «Quiero que las jugadoras estén perfectas. Perfectas tácticamente, físicamente, mentalmente y técnicamente». En esa misma entrevista, Ri Song-Ho dio las claves del buen desempeño del fútbol femenino norcoreano, muy superior al masculino: «El fútbol femenino es un deporte muy prometedor en nuestro país y el gobierno está centrándose en su desarrollo. Desde esa perspectiva, quizás nuestra situación sea mucho mejor, comparativamente, que la de otros países, por lo que tenemos muchos beneficios en ese aspecto». En la semifinal contra Estados Unidos el técnico de 53 años, que se retiró del fútbol prematuramente a causa de una lesión, volverá a elevar la exigencia. Sabe que no es un duelo como los demás: «Solo estaré completamente satisfecho cuando derrotemos a un equipo que es mucho más fuerte que nosotros y cuando superemos a los oponentes mental y físicamente de todas las formas posibles». Es seguro que el régimen norcoreano publicitará a bombo y platillo una hipotética victoria ante las estadounidenses, mientras que ocultará sin disimulo la posible derrota.