J.D. Vance confiesa haber «creado» la historia de los inmigrantes haitianos que comen mascotas en Springfield
J.D. Vance confesó este domingo que «creó» una historia sobre inmigrantes haitianos que comían perros y gatos para llamar la atención sobre la inmigración ilegal en Estados Unidos. El candidato republicano a la vicepresidencia afirmó la pasada semana que los habitantes de origen haitiano de la localidad de Springfield, en Ohio, su estado natal, «han visto cómo sus mascotas eran secuestradas y devoradas por personas que no deberían estar en este país». Donald Trump difundió esa falsa teoría en el debate en televisión del pasado martes frente a la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris. El expresidente, que fue objeto ayer de un nuevo intento de asesinato en su club de golf en Florida del que salió «sano y salvo», utilizó la historia para reforzar su mensaje contundente y de mano dura en materia de inmigración.
En declaraciones al programa ‘Meet the Press’ de la cadena de televisión CNN, Vance, de 40 años, admitió ayer haber fabricado la teoría racista contra la comunidad haitiana en Springfield, que ha sido desmentida por el administrador de la ciudad, entre otras autoridades. Lo hizo, reconoció el senador republicano por Ohio, «para llamar la atención sobre las políticas de inmigración de Biden-Harris».
Vance dijo además que si tiene que «crear historias para que los medios de comunicación estadounidenses presten realmente atención al sufrimiento del pueblo estadounidense, eso es lo que voy a hacer». «Digo que estamos creando una historia, lo que significa que estamos creando que los medios de comunicación estadounidenses se centren en ella. Yo no he creado la llegada de 20.000 inmigrantes ilegales a Springfield gracias a las políticas de Kamala Harris. Sus políticas lo hicieron», insistió. «Pero sí, nosotros creamos el foco real que permitió a los medios de comunicación estadounidenses hablar de esta historia y del sufrimiento causado por las políticas de Kamala Harris».
Trump está tratando de mantener el foco de atención en la economía y la inmigración ilegal, dos áreas que están constantemente en primer plano en la mente de los votantes y en las que disfruta de una cierta ventaja sobre Harris cuando se les pregunta en cuál de los candidatos confían más. Las encuestas realizadas tras el debate de la semana pasada daban una clara victoria a Harris, pero la contienda parece haber tenido poca influencia en la popularidad de los dos candidatos. En la mayoría de las encuestas nacionales, la aspirante demócrata tiene una ventaja de entre dos y cuatro puntos. En cambio, algunos consideran que las encuestas nacionales descuentan la popularidad del candidato republicano.
La estrategia de Trump parece consistir en asegurarse de que su núcleo de votantes acuda en masa a las urnas el 5 de noviembre. Ha contado con apoyos de republicanos más moderados, como Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur y principal rival del expresidente en las primarias del Partido Republicano. Sin embargo, ha eludido oportunidades de apelar a aquellos de su partido que están sopesando si cambiar o no su voto a Harris.
Más de una docena de funcionarios que trabajaron para la Administración de Ronald Reagan afirmaron el domingo en una carta abierta que votarían a la actual vicepresidenta. La carta llega menos de un mes después de una intervención similar de un grupo de más de 200 cuadros republicanos que trabajaron para los dos presidentes Bush o respaldaron las campañas presidenciales republicanas fallidas de Mitt Romney y John McCain. Todos dijeron que votarían por la candidatura demócrata, en lugar de apoyar a Trump. Utilizando el título del famoso discurso de Reagan, «La hora de elegir», sus antiguos ayudantes dijeron que «la hora de elegir a la que nos enfrentamos hoy es una elección entre integridad y demagogia, y la elección debe ser Harris-Walz. La elección entre la verdad y la mentira exige el apoyo a Harris-Walz, la elección entre la libertad y la supresión de las libertades supone el apoyo a Harris-Walz».
La semana pasada, Dick Cheney, vicepresidente de George W. Bush, que hace 20 años fue señalado por los demócratas como un ultraderechista, dijo que también votaría por Harris en noviembre. «Esperamos que esta carta señale a otros republicanos y exrepublicanos que apoyar la candidatura demócrata este año es el único camino hacia unos Estados Unidos fuertes y viables para nuestros hijos y nietos en los años venideros», afirma el equipo de Reagan en su carta.