Guardias civiles reclaman ampliar los espigones de la "muerte" y la "vergüenza" para frenar el drama migratorio en Ceuta
"Miles de personas han intentado arrojarse al mar introduciéndose, en muchos casos, varias millas mar adentro y nadando hasta diez horas". Este es el drama migratorio que se vive frente a las costas españolas y que se ha acentuado durante el mes de agosto. Se trata de inmigrantes que cruzan a nado, bordeando los espigones del Tarajal y de Benzu, y que ponen en riesgo sus vidas y la de los guardias civiles que acuden en su auxilio.
La estrategia de estos inmigrantes, explican desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), es arrojarse al mar desde las playas que se encuentran a varios kilómetros del espigón del Tarajal, introduciéndose mar adentro a varias millas para no ser detectados (aprovechando también la densa niebla en verano y los fuertes temporales de levante en invierno). Y si bien durante las últimas semanas de agosto el Ejército marroquí reforzó la vigilancia en sus arenales, la situación se ha vuelto insostenible.
Así se lo ha comunicado el secretario general de AUGC en Ceuta, Rachid Sbihise, a la delegada del Gobierno en esta Ciudad Autónoma, Cristina Pérez Valero. Una reunión en la que los agentes incidieron en la necesidad de que las autoridades marroquíes colaboren con las españolas, como ha ocurrido en las últimas semanas, donde la Gendarmería de Marruecos ha desplegado un gran número de agentes en sus arenales.
Espigones de la "muerte" y su efecto disuasorio
Desde esta asociación señalan que este fenómeno migratorio hay que atajarlo en su origen, ya que una vez que los inmigrantes se arrojan de esta manera al mar, lo único que pueden hacer los guardias civiles es "acudir a su rescate para evitar que se ahoguen como desgraciadamente, viene ocurriendo con la aparición de cadáveres en nuestras costas".
Por todo ello, consideran que la ampliación de los denominados espigones de la "muerte" y de la "vergüenza", sería una de las medidas clave a tomar, así como la dotación de infraestructuras de apoyo al Servicio Marítimo y GEAS en sus arenales. Porque, a su juicio, es necesario reforzar la presencia con más vigilancia y así provocar también "un efecto disuasorio".
(Noticia en ampliación)