Venezuela avisa al embajador español: "No permitiremos ninguna acción injerencista"

Sin aspavientos, el embajador de España en Caracas, Ramón Santos, entró esta tarde a la sede de la Cancillería de Venezuela para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Nicolás Maduro, Yván Gil, tras los comentarios hechos ayer por la noche por la ministra de Defensa española, Margarita Robles. Además, Venezuela ha llamado a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, quien ha abandonado Madrid por la tarde. Gil comunicó al representante español la molestia del Ejecutivo venezolano por las palabras de Robles, hablando de «dictadura» en Venezuela, algo que, a juicio de Caracas es incompatible con las relaciones que deben tener ambos Estados, según pudo conocer LA RAZÓN.

Tras la reunión, Gil ha dejado claro que «no permitiremos ninguna acción injerencista por parte del Gobierno de España en asuntos que son de competencia exclusiva de los venezolanos y venezolanas», añadiendo que «Venezuela adoptará las medidas necesarias en el marco del derecho internacional y la Diplomacia Bolivariana de Paz, para proteger su soberanía». Y ha explicado que habían convocado al embajador español «para expresar la postura contundente del Gobierno venezolano».

Robles tachó de «dictadura» al Gobierno de Venezuela durante la presentación de un libro. La ministra hizo un inciso para mandar un «recuerdo a los hombres y mujeres de Venezuela que han tenido que salir de su país, precisamente por la dictadura que viven». También mencionó al opositor Edmundo González, recién asilado en España, quien reclama una victoria que no es reconocida por las instituciones venezolanas.

"Deterioro de las relaciones"

Para el Gobierno de Venezuela, esas palabras son «insolentes, injerencistas y groseras», y «apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países». Por el momento Maduro no se ha referido al asunto directamente.

Dos días antes, la Asamblea Nacional, bajo control absoluto del oficialismo, anunció que prepararía una solicitud al mandatario para romper todas las relaciones diplomáticas y comerciales con España, en respuesta a la resolución no de ley del Congreso de los Diputados de reconocer a González como «presidente electo» y solicitar lo propio a Moncloa.

«Convocar a un embajador, yo lo he hecho, y llamar a consultas, son decisiones soberanas de cada Estado», ha sido la tímida respuesta del Gobierno español, en palabras del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, defendiendo al mismo tiempo las relaciones entre ambos países. Pero también insistió en la postura oficial española sobre la necesidad de que sean publicados los resultados electorales.

Relaciones comerciales

Y es que entre Venezuela y España hay ingentes negocios petroleros. Recientemente, Repsol firmó un acuerdo con la estatal Pdvsa para aumentar la producción conjunta de crudo, participa en dos empresas mixtas y también en un proyecto gasífero junto a ENI, de Italia. En todos los casos ha obtenido licencias de Estados Unidos para operar a pesar de las sanciones impuestas por Washington. España es el tercer mayor cliente de los hidrocarburos venezolanos.

Además, hay unas 60 empresas españolas en suelo venezolano en distintos sectores, como el Consorcio de Sistemas para Metro, relacionado con el transporte ferroviario; la cadena de pastelería Granier; BBVA, con 70 años en el país, así como las empresas de hoteles Hesperia y Meliá.

También está Inditex –el regreso de Zara hace unos meses a Venezuela fue festejado por el Gobierno venezolano–, y Telefónica es la operadora privada de telecomunicaciones más grande en Venezuela. Además, están las editoriales Santillana y Planeta. Junto a ellas, la compañía de transportes Liberty Express, Mapfre Seguros o Laboratorios Calier de Venezuela tienen capital español. Por el lado de las aerolíneas, operan Iberia, Air Europa y Plus Ultra, haciendo de la conexión entre Caracas y Madrid la de mayor frecuencia entre el país suramericano y Europa.

Las relaciones comerciales entre ambos países han aumentado de forma sostenida en los últimos años. Así, en junio de 2024, España exportó a Venezuela 20,3 millones de dólares, mientras que Venezuela vendió a España 188,61 millones, según registros nacionales.