‘Oso’ olímpico, pero canguro ganador: ‘Raygun’ es proclamada la número 1 de breakdance mundial
La bailarina de breakdance australiana ‘Raygun’, que denunció acoso tras una actuación en los Juegos Olímpicos de París que fue mofa en las redes sociales, fue proclamada número uno del mundo, confirmó este miércoles la instancia rectora de ese deporte.
Su actuación, inspirada en los canguros, fue parodiada en redes sociales y programas de televisión, al igual que su atuendo con los colores de Australia, mientras que aficionados al break de todo el mundo se preguntaron cómo había podido ser seleccionada para participar en la cita olímpica.
¿Por qué nombraron a Rachael Gunn la mejor bailarina breakdance del mundo?
Pero Rachael Gunn, de 37 años, ha logrado su revancha apenas un mes después de haber sido eliminada en la fase de clasificación sin sumar un solo punto: ha sido designada como la mejor bailarina de breakdance del mundo por la Federación Mundial de Danza Deportiva (WDSF).
Una clasificación que se basa en las cuatro mejores actuaciones de la deportista en los doce últimos meses, indicó la federación.
Con los pocos eventos organizados entre diciembre de 2023 y los Juegos Olímpicos sobre los que elaborar ese ranking, “numerosos deportistas solo cuentan con un resultado en una competición valedera para la clasificación”, según un comunicado de la WSDF.
‘Raygun’ ganó el campeonato de Oceanía durante ese periodo, lo que le otorgó 1.000 puntos en la clasificación.
La japonesa Riko conquistó en diciembre las Gold World Series en Hong Kong, lo que también le concedió 1.000 puntos, pero la WDSF atribuyó el primer puesto a ‘Raygun’, estimando que su prueba tenía más peso.
Esa primera posición en el podio podría, sin embargo, tener los días contados, tras confirmar la federación que “las próximas WDSF Breaking de las Gold World Series se disputarán en Shanghái en octubre de 2024″.
¿Qué pasó con Rachael Gunn?
La semana pasada, Rachael Gunn, profesora en la universidad de Sídney, pidió perdón en la televisión australiana por haber provocado reacciones hostiles entre la comunidad del breakdance.
“No me di cuenta que también abriría la puerta a tanto odio que, francamente, ha sido bastante devastador”, denunció.
La deportista admitió que no esperaba lograr un puesto alto en los Juegos Olímpicos, pero que su palmarés mostraba que era la mejor b-girl de Australia.