El ajuste del Milei pone en peligro el desarrollo tecnológico de empresas
El presidente Javier Milei dejó clara la última semana su cruzada contra el sistema científico tecnológico al asegurar que son parte de la "casta" y les pidió que "compitan en el mercado". Con esta política podrían caer todas las inversiones en programas público-privado como es el caso del trigo tolerante a la sequía desarrollado por una alianza entre el Conicet y Bioceres. ¿Cuáles serán las consecuencias?
"Los supuestos científicos e intelectuales que creen que tener una titulación académica los vuelve seres superiores, y por ende todos debemos subsidiarles la vocación", aseguró el Presidente la semana pasada durante su presentación en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
Según diversos especialistas, en el resto del mundo los desarrollos tecnológicos y científicos se dan usualmente a través de financiamiento estatal. La investigadora del CONICET, exintegrante del directorio de la Agencia I+D+i y exdirectora nacional del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT), Marisa Censabella confirmó que en su gestión otorgó fondos para investigaciones exitosas como la vacuna argentina contra el COVID Arvac y los proyectos del trigo resistente a cargo de la investigadora Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral.
Estados Unidos aprobó este último mes la utilización de la tecnología HB4® tolerante a la sequía, considerada única a nivel mundial y desarrollada por un equipo de especialistas del CONICET y la Universidad Nacional del Litoral en conjunto con la empresa argentina Bioceres Crop Solutions.
Según explicó la exdirectora de FONCyT, los trabajos de estas características no serían posible sin el otorgamiento de subsidios por el programa de Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT). "(La doctora Chan) tuvo como 10 PICT en toda su vida. De hecho, el directorio anterior le adjudicó uno nuevo para un proyecto y la presidenta actual no lo aprueba porque no la dejan", afirmó Censabella.
Censabella explicó que la Agencia I+D+i es el único organismo que sostiene regularmente la producción de conocimiento científico y tecnológico y a través de sus programas apoya el desarrollo científico público y privado. Según la exdirectora del área, tanto el CONICET como las Universidades tienen presupuestos reducidos y es a través de estas becas basales que el sistema argentino puede funcionar.
Para obtener un PICT, los postulantes deben presentarse a un concurso riguroso que es evaluado por pares y se descartan la mitad de las postulaciones. "Los proyectos duran cuatro años y son aproximadamente 10 mil dólares por año. Sin embargo, las ciencias humanas solo representan un 10% del presupuesto al requerir menos materiales", adelantó la exfuncionaria.
Todo el proceso de becas se cortó, y los funcionarios que se encontraban al frente de las áreas como lo era el caso de Censabella renunciaron por la falta de intención del gobierno nacional de reactivar los procesos. "No se animan a darlo de baja el instrumento, pero igualmente han prorrogado la postulación a los PICT para diciembre de 2024", explicó la investigadora del CONICET.
Estos PICT que no se otorgaron fueron aprobados en diciembre del 2023 para ser ejecutados durante este año. Sin embargo, hasta el momento no se han reactivado.
Hace algunas semanas, la presidenta nueva de la Agencia, Alicia Caballero, confirmó que no abrirán nuevas convocatorias y que "sólo se pagará lo que fue aprobado". La directora aseguró que "este año no habrá ninguna convocatoria porque no tenemos fondos".
Caballero le manifestó a los referentes de las universidades que ofrecen los fondos de la Agencia a investigadores de las universidades nacionales, que "los PICT son muchos", que "los becarios crecieron muchísimo" y que "vamos a revisar todo".
Nuria Giniger, investigadora y referente de ATE CONICET Verde y Blanca, aseguró que con estos mecanismos de desfinanciamiento, multinacionales como Bioceres deberán recurrir a sostener ellos mismos el financiamiento de los proyectos. "Si no lo hacen se paralizarán, que es lo que va a ocurrir en la mayoría porque las ciencias experimentales no tienen la lógica de beneficio inmediato que tienen las empresas argentinas", concluyó en diálogo con El Cronista.
¿Que opinión tienen las empresas privadas?
El director Ejecutivo de Bioceres y científico argentino, Federico Trucco, aseguró que el Ministerio de Ciencia y Tecnología hoy convertido en secretaría venía de la administración anterior con una dinámica que es "la que usufructuaron en todo el ecosistema".
"Tiene origen en (la presidencia de Carlos) Menem, la primera agencia tecnológica se mantuvo hasta esta administración dónde hubo un claro corte", remarcó Trucco en diálogo con el canal C+.
Para Trucco, ese corte tiene que ver en parte "con lo que ocurrió en la administración anterior".
"De alguna manera la politización de la ciencia puso en riesgo la política de Estado que veníamos teniendo con sus mas y menos", opinó el científico que dirige una de las compañías tecnológicas más importantes de la Argentina.
Si bien reconoció que el sistema es "perfectible", Trucco afirmó que "hay pocas cosas que tuvieron la misma continuidad y éxito en el tiempo" en la Argentina como las políticas de CyT.
"Creo que en cada administración pudimos tener cosas positivas y otras no tanto. Discontinuar (la inversión) tiene consecuencias".
Para Trucco, descontinuar la inversión en ciencia es una mala apuesta "en términos de negocios" y es "un mal ahorro en términos de gastos".
"Hay que distinguir un gasto de una inversión, que no veas como vas a monetizar la investigación es un problema de educación de no entender como se hace plata con la ciencia", apuntó en un dardo contra la política de gobierno.
En esa línea, ejemplificó con que si se ahorra el Estado la construcción de un gasoducto luego no tendrá el ingreso futuro.
"Creo que tenemos un alto costo por descontinuar las políticas y no mantener la jerarquización", concluyó.