El vicejefe de Gabinete adelanta las transformaciones que vienen con Milei: "No se hacen sin turbulencias"
"Los planteos del Presidente y del Gobierno son planteos de grandes transformaciones y las grandes transformaciones no se hacen sin pasar turbulencias", consigna Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del Interior, en un mano a mano esta semana con El Cronista. Su nombre y su rostro pueden pasar desapercibidos frente a otros referentes del Gobierno que magnetizan la opinión pública a base de escándalos y declaraciones provocativas. Pero en rigor, secunda a Guillermo Francos en la construcción de la agenda política desde que el jefe de Gabinete llegó a Interior con la asunción de Javier Milei.
Oriundo de Tucumán, Catalán es abogado recibido en la Universidad Nacional de Tucumán y cuenta con una Maestría en Gestión Pública de la Universidad Austral. Conoce a Francos de los tiempos en los que ambos apuntalaron la carrera presidencia de Daniel Scioli, para quien trabajaban en la gestión bonaerense. Luego ambos fueron funcionario de Alberto Fernández, con Francos destinado al exterior y Catalán en la dirección del Registro Nacional de Reincidencia del Ministerio de Justicia. En 2023, ambos trabajaron en tándem en la campaña presidencial de Milei.
Las oficinas que ocupa ahora como vicejefe de Gabinete del Interior, tras la disolución del ministerio -nunca de mudaron al espacio de Jefatura en el piso superior- miran hacia la contracara de Casa Rosada. Un ambiente sobrio que se mimetiza con los gestos y las palabras de su inquilino. Un cigarrillo a medio empezar reposa en el cenicero de su escritorio y se consume a lo largo de poco más de media hora en la que Catalán habla sobre las negociaciones con los gobernadores, la reforma electoral y las internas en La Libertad Avanza de cara a 2025.
-Van nueve meses de una gestión que arrancó desde el día uno con un estilo muy frontal, ¿hay margen para seguir confrontando o prima ahora una negociación política con los aliados?
-La llegada del presidente Milei a la Presidencia fue una llegada, si se quiere, atípica, porque su propuesta política fue disruptiva. Fue un planteo muy frontal a la sociedad de atacar de raíz los problemas profundos de la Argentina. Él planteó una comunicación muy directa con la sociedad sin estructuras políticas ni sindicales ni empresarias que lo respaldaran desde la campaña y por lo tanto se expresó con mucha libertad sobre lo que pensaba que había que hacer en la Argentina para volver a la senda del crecimiento y el desarrollo. Fue un planteo muy disruptivo y sacó el 56% de los votos. Eso produjo un cimbronazo en todo el sistema político y estamos en el medio de esa reconfiguración.
-¿Cómo impacta ese reordenamiento general en el propio Gobierno?
-Hubo una primera etapa marcada fundamentalmente por el trabajo y la expectativa que generó la Ley Bases. Y una vez aprobada, hubo un reordenamiento en el gabinete con la llegada de Franco a la Jefatura, delegando muchas responsabilidades a los ministros y quedándose con las competencias de coordinación, dándole más agilidad al funcionamiento del gabinete. Hoy estamos en plena coordinación de todas las áreas de gobierno, con un gobierno que está desde lo político, pero también desde lo administrativo, llevando unas transformaciones en forma ágil y sin pausa.
-¿No estaba esa coordinación con la anterior jefatura del gabinete o fallaba en algunos lugares?
-No, yo no sé si fallaba. El diseño es distinto. La anterior jefatura del gabinete por ahí tuvo mucha concentración en las tomas de decisiones administrativas. Al encontrar un Estado tan grande, tan elefantiásico, si se quiere tomar el control de las áreas no es tan sencillo, sumado a que había una concentración administrativa en la Jefatura. Son procesos que llevan su tiempo.
La relación de Milei con los gobernadores y el futuro de la obra pública
-Le toca un área que suele ser la más política, antes como Ministerio del Interior y ahora convertido en parte de la Jefatura. En esa agenda, prima el vínculo con las provincias que no es fácil en esta gestión...
-El presidente Milei es un Presidente con una visión muy federal de lo que es la organización institucional argentina, en el sentido de que nosotros tenemos que caminar hacia un esquema donde las provincias también manejen su propio destino, sean conductoras de su propio destino. El esquema del cual veníamos, donde el Estado Nacional era el gran recaudador y el que disponía los gastos, etc., produce un sistema de centralismo de decisión política que hay que revertir. Son procesos que llevan su tiempo, pero en concreto, al día de hoy la relación con los gobernadores creo que es cordial, es buena, es frontal también.
-Según los últimos datos divulgados, el giro de transferencias a las provincias se redujo en una quinta parte en relación a 2023, ¿eso forma parte del planteo frontal con los gobernadores?
-Claramente el Presidente tiene como uno de sus pilares fundamentales e innegociables el equilibrio fiscal. Y esto tiene que ser absorbido, no solamente por la administración central, sino también los gobernadores para la búsqueda del equilibrio fiscal, la baja de la inflación y para que la Argentina vuelva a crecer económicamente, no apalancándose en herramientas que son analgésicos en el corto plazo, pero en el largo plazo siempre son distorsivas para el desarrollo económico como la emisión monetaria o la deuda externa. Hoy ya no contamos con esas herramientas por la decisión del Presidente. Me parece que esto lleva un proceso de que todos comprendamos, todos los niveles del Estado comprendamos que ese es el camino correcto. En este sentido, la relación con los gobernadores es muy buena, es frontal, es de discusión de puntos de vista, pero siempre respetuoso del federalismo y de las decisiones provinciales.
-En una entrevista con CNN Radio esta semana describió un plan para avanzar con 21 de las provincias y 250 primeros proyectos de obra pública que habían quedado paralizados, ¿con qué criterios se seleccionaron?
Primero el grado de avance de obra, segundo la priorización sobre la importancia y el impacto a lo que tiene la infraestructura esencial del Estado, y tercero fue una charla donde el Gobierno nacional se puso de acuerdo con las distintas provincias sobre cuáles eran las que más interesaban a las dos partes. También recibimos las sugerencias de las provincias o pedidos a transferencia de obras que fundamentalmente tienen que ser de origen competencias de las provincias, se transfirió siempre como un acuerdo y pudimos llegar con 21 provincias a ese acuerdo. No se llegó con otras tres porque estamos en proceso también de charla pero no hay un impedimento político para eso.
-En la reunión con los mandatarios de Juntos hace un par de semana, uno de los planteos fue por los pasivos que se transfirieron junto con las obras que tomaron las provincias pese al compromiso de hacerlo sin deuda...
-Nosotros encontramos, sobre todo el Ministerio de Economía, grandes desprolijidades en lo que era la administración, certificados de obras y puede ser que en algunas de aquellas obras que se transfirieron a las provincias había pasivos sin pagar, etc. Obviamente volver a poner en orden el sistema de obras públicas no es tan sencillo. Puede ser que haya algún tipo de desprolijidades o planteos en ese sentido y se van a ir resolviendo de uno a uno.
-Pensando en 2025, se viene en los próximos días el debate del Presupuesto, ¿está contemplada la posibilidad de pensar en un esquema diferente para la obra pública?
-La obra pública que ya está iniciada y próxima a terminarse va en función de lo que hablábamos recién. Pero el Presidente viene planteando hace años y fundamentalmente en la campaña su idea de avanzar hacia un nuevo esquema de obra pública donde sí sean partícipes fundamentales al sector privado y hacer una sinergia entre el sector público y privado. Desde el punto de vista técnico esa metodología la tendrán que explicar bien las autoridades, los funcionarios competentes.
-Otro desafío que está firmado dentro de lo que es el Acta de Mayo es la posibilidad de pensar una coparticipación diferente. ¿Ve viable dar esa discusión hoy?
-Entiendo que un país es verdaderamente federal cuando las provincias pueden conducir su propio destino. Y no hay otra forma de conducir el propio destino cuando uno es responsable también de las potestades de recaudación y de gasto. A mí me parece importante por lo menos iniciar el debate para una reestructuración del sistema impositivo argentino para también generar un sistema de premios y castigos y de atracción de inversiones en cada una de las jurisdicciones. A contramano, la idea de un gran recaudador histórico que es la Nación que después trate a las provincias de manera discrecional con el giro de recursos o la realización de obra pública genera un sistema distorsivo donde si sos amigo te doy y si no concordás, nada te doy.
-En una lectura política, ¿el hecho de no tener ningún gobernador propio los privó del riesgo de caer en esa práctica?
-En campaña muchos decían que si Javier Milei llegaba a la Presidencia iba seguramente a aplicar el teorema de Baglini donde todas estas cuestiones disruptivas se iban a temperar y no fue así. Y no fue así porque el Presidente tiene una decisión política de hacer lo que hay que hacer y cuando uno tiene ese poder de convicción, tener dos, tres o cinco gobernadores no hace el fondo del asunto. En conclusión, nosotros hablamos con todos y los tratamos de persuadir del camino que creemos correcto.
Reforma electoral: Boleta Única y el futuro de las PASO
-Uno de los temas políticos en los que se involucró con más fuerza en el último tiempo es la Boleta Única Papel, ¿entienden que es una prioridad para la sociedad en este contexto?
-El sistema electoral argentino es un sistema que, si bien puede ser transparente, es perfectible. Y el sistema de Boleta Única que está en el Senado a la espera de su votación, garantiza varias cosas: la presencia de todos los partidos el día de la votación, neutraliza el robo de boletas o algún tipo de trampa y encima genera un ahorro financiero importante para el Estado. Es innegable que la ciudadanía lo está reclamando hace tiempo y me parece que el sistema político argentino en su conjunto las distintas fuerzas políticas deben darle respuesta a la ciudadanía y acomodar o modernizar nuestro sistema con la boleta única de papel. En Latinoamérica hay dos países únicamente que no utilizan alguna de las variantes de la boleta única de papel que son Uruguay y Argentina.
-Hay ciertas discrepancias de los partidos provinciales respecto al modelo cordobés donde se puede elegir por categoría o partido completo y al no competir en todas las categorías, eso crearía algún tipo de asimetría...
-Así es, hay algunas cuestiones, que hacen o tienen un trasfondo político como el tilde para boleta completa o no, pero yo no me quiero despedir sobre cuál es el sistema que prefiere el Gobierno o prefiero yo, porque me parece que el Senado, al momento del tratamiento, tiene que tener plena libertad para inclinarse por el sistema que crean conveniente en consenso con todas las fuerzas políticas. El proyecto que apruebe el Senado va a ser receptado por el Ejecutivo y vamos a implementar eso.
-¿Hay una cuenta regresiva que considerar en relación a los tiempos de licitación para reordenar la parte técnica del sistema de votación?
-De avanzar con el sistema de Boleta Única, deberíamos estar definiendo ya cuestiones operativas para ajustarnos al calendario electoral de forma tal de llevar con prolijidad el proceso eleccionario que viene. Son cuestiones que debemos ir decidiendo ya en este momento. Licitaciones que incluyen no solamente el proceso administrativo sino las pruebas para definir cómo van a ser las urnas las ranuras, las boletas. Por ejemplo el otro día me contaban que una urna con 270 boletas, que en este caso serían BUP, pesa aproximadamente 9 kilos: entonces, las urnas tienen que ser de ciertas características.
-Dentro del capítulo de reforma electoral se había planteado originalmente la eliminación de las PASO, ¿el Gobierno ahí está dispuesto a avanzar antes de los comicios de 2025?
-El Gobierno sí tiene la vocación de avanzar sobre una reforma política más integral. Creo que la eliminación de las PASO es una de las cuestiones a tratar, veremos cuándo será conveniente avanzar con ese proyecto. Nosotros creemos que cada partido político debe definir cómo es el sistema de elección de sus propios representantes. Si para eso los partidos necesitan ayuda logística del Estado para dotar también de transparencia los procesos internos de los partidos, bueno, eso es para debatirlo y siempre vamos a estar apoyando que los procesos sean transparentes. Pero someter todo y poner en movimiento todo el aparato operativo del Estado porque los partidos no pueden dirimir su propia interna, es algo que debemos corregir.
-Algunos aliados del Gobierno no están de acuerdo con eliminar por completo las PASO, sí volverlas por ahí optativas y que cada fuerza lo decida. ¿Ese puede ser un punto de encuentro?
-Esta semana se está tratando Boleta Única y anticipar o abrir otros debates me parece que es inapropiado. Una vez que tengamos la BUP avanzaremos con otros proyectos y discutiremos con todas las fuerzas políticas para tratar de llegar a un consenso.
-¿Hay alguna otra idea que forme parte de esta reforma electoral a la que se pretenda dar prioridad?
-Hay proyectos también en Diputados sobre ficha limpia y hay que debatir cómo es la instrumentación. Es importante darle a la ciudadanía la garantía de que aquellas personas que van a representarlos tengan una trayectoria no manchada pero tampoco permitir que otros poderes del Estado se puedan inmiscuir o vetar de forma indirecta, por ejemplo, con una simple sentencia de primera instancia, dejando fuera de juego a algún candidato que potencialmente pueda acceder a lugares importantes. Es un tema delicado que hay que debatirlo bien.
-Y en esas elecciones internas, ¿cómo imagina que puede llegar a resultar para La Libertad Avanzada: habrá internas u otro tipo de decisión si se llegaran a anular las primarias?
-La Libertad Avanza no queda exento de las generales de la ley: si cada partido va a tener que definir sus candidatos a través de internas porque no hay PASO, LLA tendrá que adecuar su sistema de elección de candidatos también al sistema vigente
-¿Se puede pensar en un mecanismo de preselección para las listas distinto en 2025 para reducir los ruidos internos que se vieron en estos meses en los bloques del Congreso?
-A mí no me preocupa tanto eso digamos, en todos los bloques donde hay componentes o integrantes que vienen de distintos lados, existen esas fricciones. Además, LLA es una fuerza muy nueva también y seguramente con el pasar de los tiempos y el año que viene tendremos, tanto Diputados como en el Senado el ingreso de muchos legisladores nuevos y va a ser un bloque con más representatividad y más importante. Esos procesos de ir formando la cohesión parlamentaria van a llegar. Nosotros estamos contentos con nuestro bloque y a las pruebas me remito: pudimos sacar la Ley Bases, que es la reforma legislativa más grande de la democracia.
-¿Se está pensando en algún tipo de perfil político distinto para generar esa cohesión de la que habla?
-Las fuerzas políticas tienen que tomar vigor en las distintas provincias y las distintas provincias van a ir buscando sus propios liderazgos. Aquellas personas que demuestren liderazgo y vocación política y sobre todo coincidencia con el rumbo que plantea el Presidente Milei y el Gobierno están convocadas a sumarse.
-Pasamos el hito de la Ley Bases y el del Acta de Mayo: ¿queda algún hito por delante en 2024?
-Muchos. Primero, seguir consolidando la fuerza política de la Libertad de Avanza. Seguir trabajando en ese cambio cultural que viene llevando adelante el Presidente en la visión de la Argentina y de la política. Y ya lo manifestó públicamente el Presidente, también él tiene muchas propuestas más desde la regulación económica para desatar las fuerzas productivas de la Argentina. La política y sobre todo cuando uno gobierna un país como la Argentina tiene muchos desafíos y muchos hitos permanentemente así que seguiremos trabajando para que el camino que eligieron los argentinos el 10 de diciembre pasado se vaya consolidando cada vez más.