Una única familia: la familia humana
En el mensaje, que con motivo de los Juegos Olímpicos, el Papa envió al arzobispo de París, el Papa recordaba que por su propia naturaleza, los juegos son portadores de paz y no de guerra y que se presentan como una ocasión magnífica para superar las diferencias, y para promover la estima donde hay desprecio y desconfianza, o la amistad allí donde hay odio.