Política en el albañal
No dudo de que las formas siempre pueden esperar si lo que urge es el fondo. La postmodernidad, allanadora de tantas pamplinas pero también propiciadora de tan graves desafíos a las maneras comunes, nos alarma cada vez más proponiendo de hecho la gratuita liquidación de las correcciones y modales, de manera especialísima en la vida política. Ahí está ese encanallado alcalde canturreando como un bellaco la desquiciada ocurrencia de elogiar la pederastia. A su lado palidece la grosería del ministro Puente aludiendo a su presidente como el “puto amo” y se queda en mantillas la cazurr ...