'El Mene', inesperado y grato protagonista en la tercera de Villaseca de la Sagra

La baja de uno de los novilleros del momento, Samuel Navalón, hizo sacudir los cimientos de la Plaza de Toros de Villaseca de la Sagra al final de la novillada del día anterior. Entre incertidumbre y asombro, los vomitorios del coso se plagaron de corrillos y comentarios entre aficionados en los que se unificó una sola frase: ''Quien sustituirá a Navalón''. Salta la sorpresa poco después de finalizar el festejo . Iker Fernández 'El Mene' es el elegido . ¿Quien?, debió pensar más de uno cuando leyó su nombre. Pero el show en Villaseca debía continuar, debieron pensar desde la comisión, sabedores de la buena decisión tomada. Ya al día siguiente, otra gran entrada en los tendidos de la localidad toledana fue el punto de partida de una novillada muy bien presentada de Montealto que tuvo sus matices, tanto en lo bueno como en lo malo. De la fachada no se puede reprochar, del contenido de los animales, según se quiera ver. Hubo humillación, calidad, profundidad y transmisión . Hubo peligro, mansedumbre, aplomo y deslucimiento. Como la definición manda, variada y sin exageraciones. El show tenía que continuar, pero necesitaba algún protagonista de los de luces. Y allí estaba 'El Mene', envuelto en una aureola de desconocimiento y expectación otorgada por parte de los aficionados. Y 'El Mene', seguro de si mismo, decidió vestirse de protagonista y reventar el show. La faena frente al tercero de la tarde dejó claros atisbos de un novillero muy interesante. Toreo vertical y muy terso sobre la mano derecha y un toreo al natural que ya le gustaría a más de una figura poder ejecutar con tanta limpieza. Una actuación abonada al toreo puro y clásico que renovaría con autoridad frente al sexto de la tarde. Un excelso saludo capotero a la verónica empezó a despertar ese 'run-run' entre los aficionados de faena importante. Y así fue. En los medios, muleta planchada sobre la diestra y sucesivas tandas de mucho relajo y transmisión que llegaron instantáneamente al tendido. Al natural fue otro rollo. Una bocanada de aire fresco entre tanto pegapasismo. Naturalidad y verticalidad en un concepto importante al que, como es lógico, quedan cosas por pulir. El nivel de la faena fue tal que al público no le importó la colocación ligeramente trasera de la espada, que pidió los dos apéndices con mucha fuerza. Qué bueno que viniste Iker. 'El Mene', apunten su nombre. Manuel Caballero, el hijo, se puede decir que anduvo muy despierto y con las ideas claras en todo momento. Buen corte, actitud y sinceridad fueron las virtudes más llamativas del albaceteño en una tarde en la que, en su caso, lo que fallaron fueron los novillos. El primero prácticamente se le rajó en los inicios de faena, tendido que ir detrás de él para acabar sacándole los muletazos como quien dice 'a punta de pistola' en tablas. Con el cuarto, que hizo una buena pelea en varas tras una soberbia actuación del picador Tito Sandoval por segundo día consecutivo, tampoco pudo explayarse en su totalidad, logrando lo más reunido en un inicio por derecho. A partir de ahí, el utrero se vino abajo y la cuota de trasmisión se redujo a números negativos. Cerró la terna el sevillano Diego Bastos , cuya tarde fue una montaña rusa de emociones; de la emoción más absoluta en varias tandas de naturales frente a un interesante primer ejemplar de la divisa madrileña a la más nefasta desesperación en su gesto tras desistir ante la mole que fue el cuarto de la tarde, un animal que desde el primer muletazo se negó a embestir y que no quiso ayudar a Bastos bajo ninguna circunstancia, salvando algún derechazo esforzado en un mar de inacción por parte del animal. No hay reproches para la actitud del sevillano, simplemente que cuando no se puede es que no se puede. Plaza de Toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Novillos de Montealto, muy bien presentados y de juego dispar en su conjunto, destacando la pujanza del quinto en el peto, la movilidad del primero y la calidad del sexto en la muleta, para: Diego Bastos (hueso y oro): ovación y silencio. Manuel Caballero (azul pavo y oro): palmas y palmas. Iker Fernández 'El Mene' (verde hoja seca y oro con remates negros): ovación y dos orejas.