Lula destituye a ministro de DD. HH. por denuncias de acoso sexual: “Alguien que acosa no se quedará en el Gobierno”
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha tomado una medida contundente al destituir al ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, tras varias denuncias de acoso sexual. La decisión se produce después de que las víctimas llevaran el caso a la ONG Me Too Brasil, buscando justicia ante lo que describen como una falta de apoyo institucional.
El caso ha generado un fuerte impacto en el Gobierno brasileño y en el movimiento negro del país, dado el perfil tanto del acusado como de una de las denunciantes, la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco. Lula prometió que se llevarán a cabo investigaciones a fondo para esclarecer los hechos.
¿Por qué Lula destituyó al ministro Silvio Almeida?
El escándalo estalló cuando se hicieron públicas las denuncias contra Silvio Almeida, de 48 años, quien hasta entonces ocupaba la cartera de Derechos Humanos. Según diversas fuentes, las acusaciones incluyen acoso sexual y acoso moral por parte de varias mujeres. Entre las denunciantes se encontraría Anielle Franco, ministra de Igualdad Racial y figura destacada en la lucha contra el racismo en Brasil. Franco rompió su silencio tras la destitución, señalando que no se puede "relativizar o disminuir episodios de violencia".
Lula afirmó de manera tajante que un miembro del Gobierno acusado de acoso no puede continuar en su puesto, ya que ello socavaría los valores de defensa de los derechos humanos que su administración promueve. El presidente dejó claro que se llevarán a cabo investigaciones exhaustivas, incluyendo la intervención de la Policía Federal, para confirmar o desmentir las acusaciones.
¿Cuáles son las acusaciones contra Almeida?
Las denuncias iniciales, presentadas ante Me Too Brasil, son anónimas, pero han salido a la luz detalles que agravan la situación del exministro. Según los informes, Isabel Rodrigues, profesora y conocida del exministro, lo acusó de haberla acosado en 2019 durante una reunión de trabajo. Rodrigues detalló que Almeida le habría tocado sus partes íntimas bajo la mesa, un hecho que, según ella, la dejó avergonzada y confundida.
Además de las cuatro denuncias de acoso sexual, se han reportado otras seis por acoso moral, lo que aumenta la gravedad del caso. Almeida ha rechazado todas las acusaciones, las cuales califica de “mentiras” y asegura que son parte de una campaña para desprestigiar su trabajo y trayectoria como uno de los principales activistas en la lucha contra el racismo estructural en Brasil.
¿Cómo ha reaccionado el Gobierno de Lula ante el caso?
El Gobierno brasileño, liderado por Lula, ha intentado manejar la crisis con rapidez. El presidente se reunió con Almeida y, tras la negativa del ministro de dimitir, decidió su destitución. En una declaración pública, Lula señaló que no sería coherente con los principios de su administración mantener a alguien acusado de acoso, aunque subrayó que las investigaciones deben realizarse con el debido proceso.
La destitución de Almeida supone un golpe dentro del movimiento progresista brasileño, dado que tanto él como Anielle Franco son figuras emblemáticas en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el racismo. Sin embargo, la rápida acción del presidente Lula ha sido bien recibida por amplios sectores sociales y políticos, quienes ven en esta medida un mensaje claro contra la impunidad.
¿Qué dice la opinión pública sobre las denuncias?
La opinión pública brasileña ha reaccionado con intensidad ante el escándalo, generando un amplio debate en medios de comunicación y redes sociales. La ONG Me Too Brasil, encargada de visibilizar los casos, ha señalado que las víctimas decidieron hacer públicas sus denuncias debido a la falta de respaldo institucional. En su declaración, la organización subrayó que, como en muchos otros casos de violencia sexual, las víctimas enfrentaron dificultades para validar sus acusaciones cuando el agresor ocupa una posición de poder.
Por su parte, la primera dama, Janja da Silva, mostró su apoyo a la ministra Franco con un gesto simbólico: publicó en Instagram una fotografía donde aparece abrazando a Franco, una imagen que fue interpretada como una señal de respaldo firme a las denunciantes.