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2024

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Personalidades políticas y culturales ucranianas denunciaron el viernes un documental presentado en el festival de cine de Venecia que da la palabra a soldados rusos y que consideran "propaganda" para Moscú, aunque su realizadora lo rebate.

La directora ruso-canadiense Anastasia Trofimova realizó "Russians at War" ("Rusos en la guerra") tras pasar varios meses de incógnito en un batallón ruso en el frente ucraniano, obteniendo testimonios sin filtro de soldados.

En un mensaje publicado en las redes sociales, Andrii Yermak, jefe del gabinete del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó de "vergonzosa" la proyección de una "película de propaganda" en el festival.

Yermak consideró que las "personalidades de la cultura rusa" no tienen derecho a "trabajar en el mundo civilizado".

La directora defendió su producción como "un documental antiguerra" para cuya realización "fue necesario tomar grandes riesgos", dijo en un comunicado enviado a la AFP.

"La insinuación de que es una propaganda orquestada por Rusia es absurda, sabiendo que estoy amenazada de acciones penales en Rusia", agregó.

La activista ucraniana y asesora de Yermak, Daria Zarivna, aseguró que la película busca "justificar" las acciones del ejército ruso, y acusó a Trofimova de ocultar "los crímenes de guerra" de los que se acusa a las fuerzas rusas en Ucrania.

"Condeno sin ambigüedad la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso", replicó la directora. "Comprendo también el sufrimiento y el enfado que este tema puede generar en aquellas y aquellos que sufren la guerra", insistió.

En una entrevista con la AFP, Trofimova explicó que fue "sola" al frente y "solo pidió a los soldados si podía filmar sus historias".

Según un periodista de la AFP que vio la película, las dos horas de grabación muestran a soldados que parecen haber perdido la noción de la guerra.

Faltos de equipamiento, arreglan ellos mismos sus armas con material de la era soviética y sucumben al tabaco y al alcohol para intentar ahogar el dolor por las heridas o la muerte de sus colegas.

La productora Daria Bassel, que dice haber visto la película en Venecia, aseguró que es un "ejemplo perfecto de pura propaganda rusa" en el que soldados usan las argumentaciones del Kremlin para justificar la invasión de Ucrania.

La cineasta ucraniana Iryna Tsilyk también criticó a los organizadores de la Mostra por haber presentado "algo que huele tan mal".