Los americanos, a las puertas de ser profetas en su US Open
Muchos de los chicos y chicas bien que pululan por Flushing Meadows en la segunda semana del US Open , veinteañeros y treintañeros con posibles, ellos con polos de club de golf ellos y ellas con 'looks' inspirados en Zendaya, no se acordarán de cuando los estadounidenses dominaban aquí . En esta edición, tienen una oportunidad para vivirlo. Por primera vez en más de veinte años, hay un estadounidense, tanto en el cuadro femenino como en el femenino, en la final del 'grande' neoyorquino: Jessica Pegula y Taylor Fritz, que se impuso el viernes por la noche, madrugada del sábado en España, a su compatriota Frances Tiafoe. Pegula, número seis del mundo, se enfrentará este sábado en la final a una de las favoritas en el torneo, la bielorrusa Aryna Sabalenka . Hasta ahora, la estadounidense nunca había llegado a semifinales de un grande. Pero, después de haber superado lesiones, ha encontrado su mejor forma en el verano de pista dura en Norteamérica, con semifinales en Toronto y Cincinatti y la final aquí en Nueva York. Para conseguir la sorpresa, deberá resistir el brazo de hierro de Sabalenka, una veterana que acumula dos 'grandes' -en los dos últimos torneos en Australia- y mucha experiencia en las rondas finales. Y este domingo, en la final masculina, el italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, buscará su segundo 'grande' ante Fritz. Sinner se impuso este viernes con firmeza en su semifinal ante el británico Jack Draper, una de las apariciones del torneo, que se vio disminuido físicamente por vómitos (7-5, 7-6, 6-2). El Fritz-Tafoe, la segunda semifinal, era un duelo de amigos. Tienen la misma edad y se conocen desde la adolescencia . Fritz proviene de una familia de dinero de California y tardó en dedicarse en serio al tenis. Tiafoe es de origen humilde, hijo de inmigrantes de Sierra Leona, que se interesó por la raqueta porque su padre era vigilante de un centro de tenis en Maryland. Se lo llevó el primero en un partido muy peleado, que se fue a cinco sets (4-6, 7-5, 4-6, 6-4, 6-1). Fritz, que había ganado a Tiafoe en seis de las siete ocasiones que habían jugado antes, partía como favorito. Pero Tiafoe, que ya cató las semifinales aquí hace dos años, salió con agresividad y eso jugó en su contra: se enredó en errores y Fritz le endosó tres juegos seguidos. Tiafoe cambió de estrategia, bajó el pistón, ralentizó su pelota y desesperó a Fritz, que perdió seis juegos seguidos para ceder el primer set. A partir de ahí fueron tres mangas muy igualadas, con los dos semifinalistas apoyados en su saque. En el segundo set, Fritz ganó todos los puntos con su servicio menos uno. El partido fue emocionante por lo igualado, pero discreto en tenis. Solo se desequilibró cuando Tiafoe perdió la cabeza y entregó el cuarto set con cuatro errores encadenados, incluidas dos dobles faltas. En el último y definitivo set, afectado por ese descalabro y con las fuerzas justas, Tiafoe se rindió. Fritz y Pegula harán historia este fin de semana. La última vez en que hubo un estadounidense y una estadounidense en la final del US Open fue en 2022. Fue un torneo inolvidable para el tenis local. Los cuatro finalistas eran estadounidenses. Por el lado femenino, las Williams, Serena y Venus, dominadoras del circuito en los primeros años de este siglo. Por el masculino, dos leyendas del tenis en su recta final: Pete Sampras, en la victoria inesperada con la que se retiró, y Andre Agassi. Hasta entonces, lo normal es que hubiera estadounidenses en las finales del US Open. Lo siguió siendo gracias a Serena Williams en el cuadro femenino, pero en el masculino el tenis estadounidense ha vivido un desierto desde la victoria aquí de Andy Roddick en 2003. No solo aquí: ese título es el único 'grande' desde entonces de un estadounidense. La semifinal Tiafoe-Fritz y la presencia asegurada de un estadounidense en la final son un signo de cambio generacional. «Yo, Taylor (Fritz), Tommy (Paul), Reilly (Opelka), lo hemos hablado durante años», dijo Tiafoe en rueda de prensa tras meterse en la semifinal. «Este es el grupo, este es el grupo, lo hemos hablado. Todos estamos llamando a la puerta», dijo sobre la posibilidad de que alguno de ellos gane un 'grande'. «Solo es cuestión de tiempo, ahora el juego es más abierto. Antes, llegabas a cuartos de final, te tocaba Rafa y te ponías a mirar billetes de avión». «El tenis estadounidense, en hombres y mujeres, está en su mejor momento desde 1996», dijo a la ESPN Martin Blackman, el responsable de desarrollo de jugadores de la federación local. «Llevamos quince años tratando de llegar a este momento». Será complicado que un estadounidense gane por fin un 'grande'. Fritz tendrá que ofrecer una versión perfecta para poder competirle a Sinner, que se ha mostrado intratable en todo el torneo. Tendrá de su lado las 24.000 almas que llenarán Arthur Ashe, el estadio de tenis más grande del mundo.