Admiro al tiempo que nunca paró
La comparación de resultados entre el deporte convencional y el que practican personas con alguna discapacidad no es sano, justo ni lleva a ningún camino feliz. Quienes se afanan en eso jamás entenderán que la cultura física y la voluntad para ejercitar los músculos van siempre de la mano, pero hay un filo muy delicado en que no se cruzan. Y por eso no pueden compararse.
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